Crisis de gabinete

Primicia: Fábrega renunció al Banco Central

Muy golpeado por la reprimenda pública de Cristina, el titular del BCRA presentó su renuncia al cargo.

Juan Carlos Fábrega presentó hoy su renuncia "indeclinable" a la presidencia del Banco Central luego de haber sido maltratado en público por Cristina Kirchner, en un discurso en el que lo acusó de falta de controles a los bancos, además de filtrarle información.

El nombre que circula con mayor insistencia como reemplazo es el de Alejandro Vanoli, presidente de la Comisión Nacional de Valores (CNV) y en su momento hombre muy cercano al ex secretario de Comercio, Guillermo Moreno.

Fábrega tenía poco margen de maniobra desde hace meses debido a la fuerte presión que venía ejerciendo Axel Kicillof para desplazarlo del Central y poner en su lugar a un hombre de confianza. De esa forma, el ministro logró eliminar el último escollo de racionalidad que quedaba en el manejo económico del Gobierno, algo que venía intentado pero Cristina no terminaba de habilitar.

El banquero la pasó mal anoche cuando Cristina lo castigó duramente, como pocas veces lo había hecho con algún otro funcionario. Inmutable, Fábrega escuchó en primera fila como la Presidenta acusaba al Central de filtrar información a los bancos y protegerlos de con más de 80 mil expedientes trabados. La trasmisión oficial se encargó de mostrarlo como para que quedara claro quién era el destinatario.

Pero además del reto público, Fábrega se sintió traicionado porque los funcionarios más cercanos a Cristina estuvieron llamándolo durante todo el día y le insistieron para que vaya al acto de la Casa Rosada, obviamente sin anticiparle lo que se venía. Cuando llegó lo sentaron en primera fila y Fábrega imagino que era objeto de señales de distensión, luego de los cruces con Kicillof.

Es por eso que el ex titular del Banco Nación vivió el acto de ayer como un trampa, como una emboscada que le prepararon Cristina y Kicillof para someterlo a un escarnio público y que se vea obligado a dar un paso al costado. 

Los desmanejos del Gobierno no sólo sorprendieron a Fábrega sino también a los banqueros que horas antes del acto se habían reunido con Kicillof y su entorno. Los funcionarios les pidieron que suscriban el bono que lanzó Economíala semana pasada y que los ayudaran a bajar el contado con liqui. Por la noche fue grande su estupor cuando escucharon a Cristina acusarlos de estar detrás de un "golpe de mercado"  fogoneando precisamente el contado con liqui y ordenando a Kicillof que los investigue.

Cristina incluso dio precisos detalles sobre los movimientos de algunas entidades en esa operatoria.