Domínguez dijo que "es probable" que Capitanich deje la Jefatura de Gabinete

El presidente de la Cámara de Diputados negó que haya sido designado para reemplazar al chaqueño en ese puesto.

Julián Domínguez aseguró hoy que "es probable" que el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, renuncie a su cargo en las próximas horas y retome la gobernación de Chaco.

El presidente de la Cámara de Diputados aclaró que "para nada" podría ser el sucesor de Capitanich, al sostener: "A mí nadie me ha dicho nada" respecto de una eventual designación en ese cargo.

Consultado por radio La Red sobre si es "inminente" el regreso de Capitanich a la gobernación chaqueña, el legislador oficialista no lo desmintió: "Eso es probable, no lo sé, a mí nadie me ha dicho nada". 

Esta mañana, el propio Capitanich no descartó una eventual dimisión a su cargo, un rumor que viene circulando cada vez con mayor fuerza, aunque advirtió que, por "ahora", sigue en esa "función".

Consultado durante su habitual rueda de prensa en la Casa Rosada sobre si renunciará a su cargo, contestó: "De 210 conferencias, entre cincuenta y cien me preguntaron si renunciaba. Me preguntan siempre lo mismo. ¿Dónde estoy ahora? En esta función".

En ese sentido, el hijo del actual gobernador de Chaco y titular de la Legislatura, Darí­o Bacileff Ivanoff, señaló que el regreso a la provincia de Capitanich es "un secreto a voces" y que ocurrirá "muy pronto, en cuestión de días". 

"Esto implica que el gobernador en uso de licencia viene a tomar nuevamente su cargo", expresó Bacileff Ivanoff en una entrevista a una radio local.

Entre los nombres que suenan para suceder a "Coki" en su puesto están el ministro de Economía Axel Kicillof, la ministra de desarrollo Social Alicia Kirchner, el gobernador de Entre Ríos Sergio Urribarri, el propio Domínguez, el presidente de Aerolíneas Argentinas Mariano Recalde y hasta el senador Aníbal Fernández.

En los pasillos del Congreso se da por hecho que el presidente de la Cámara de Diputados, tiene un pie adentro de la Casa Rosada, para hacer lo que Capitanich no pudo: potenciar su candidatura presidencial, que hasta ahora logró muchas adhesiones pero una casi nula intención de voto.