La Cámpora quiere mandar a Alicia Kirchner a la Jefatura de Gabinete y tomar el control del Ministerio de Desarrollo Social, pero de la manera más decorosa posible por la carga emocional que representa echar de su histórico cargo a la hermana del difunto ex presidente.

En las últimas semanas estuvo circulando con fuerza el rumor -anticipado por LPO- de que Jorge Capitanich abandonaría su cargo para volver a Chaco, su tierra natal, y participar como candidato en las elecciones de esa provincia.

Uno de los nombres que sonaba para reemplazarlo era el de Mariano Recalde. Pero según pudo saber LPO, esto sería sólo una cortina de humo que lanzó La Cámpora: Como el tero, los camporistas dejan trascender que pretenden la Jefatura de Gabinete, para ocultar su verdadero objetivo: Desarrollo Social. 

Se trata de la cartera que maneja la mayor caja del país, ideal para controlarla en un período electoral como el que se avecina.

Si  bien los camporistas quieren disfrazar el desplazamiento de Alicia Kirchner como un "ascenso", lo cierto es que si termina en el lugar que hoy ocupa el chaqueño, sufriría una abrupta pérdida de poder. Es que actualmente la Jefatura de Gabinete se convirtió en una cáscara vacía, que no maneja prácticamente nada. Su papel quedó reducido a cuestiones protocolares como los informes que Capitanich va a dar una vez por mes al Congreso.

Las Secretarías más importantes, como la de Comunicación, está a cargo de La Cámpora. Hernán Reibel Maier, amigo de la infancia de Máximo Kirchner es quien se dedica a controlar los medios y el influyente Fútbol Para Todos.

Qué pidió Alicia

El problema es que la condición que puso Alicia para dejar su cargo es poder elegir a su sucesor, algo que la agrupación ultrakirchnerista quiere evitar a toda costa, porque saben que la ministra de Desarrollo Social pondría a su mano derecha, Carlos Castagnetto, secretario de Coordinación y Monitoreo Institucional, y que en lo formal está a cargo de los fondos.

Máximo y Eduardo “Wado” De Pedro están tratando de convencer a Cristina de que ellos tienen que manejar la cartera de Alicia antes de las elecciones del 2015 por una sencilla razón: es una herramienta indispensable para hacer política.

La mala relación de Alicia con La Cámpora no es nueva. Nunca quiso fusionar su agrupación Kolina con la organización que lidera Máximo Kirchner y resistió durante años el desembarco de los camporistas en su ministerio, que recién este año pudieron desembarcar fuerte con el nombramiento de Rodrigo "Rodra" Rodríguez.

Por eso, los líderes camporistas saben que si dejan que Alicia elija a su sucesor no podrán concretar su objetivo. 

Se trata de una de las operaciones políticas más delicadas que lleva adelante la agrupación de Máximo Kirchner, pero que de concretarse confirmaría que La Cámpora controla practicamente todo el Estado.

Por eso, buscan disfrazar el desplazamiento de Alicia Kirchner como un "ascenso".

De esta manera se evitarían el costo político y emocional de sacarla de su cargo y tener que dar explicaciones ante sus militantes de por qué se están sacando de encima a nada menos que la hermana de Néstor Kirchner.

Las figuras con las que La Cámpora sueña reemplazarla son el diputado Andrés “Cuervo” Larroque y Mariano Recalde, que ya no disimula su intención de irse de Aerolíneas antes de que termine de estallar la situación en la empresa que preside.

En definitiva, los esfuerzos de la cúpula de “La Orga”, como ellos la denominan, están puestos en correr a Alicia cuanto antes. Sería el último paso para completar la "camporización" total del gobierno, que no casualmente coincide con la aparición de Máximo como líder político público.