Pescarmona confirmó que entrará en cesación de pagos

Impsa es la primera empresa privada que sufre los efectos del default. Busca un salvataje del Gobierno nacional.

Industrias Metalúrgicas Pescarmona (Impsa) confirmó ayer ante la Bolsa de Comercio y la Comisión Nacional de Valores que no podrá cumplir con el pago de los intereses de dos series de Obligaciones Negociables que debía realizar esta semana.

La empresa de Enrique Pescarmona avisó mediante un escrito que "se ve en la necesidad de postergar el pago correspondientes al día 18 de septiembre de 2014 de sus Obligaciones Negociables Clase X y de sus Obligaciones Negociables Clase XI, así como también el pago de las cuotas de capital e intereses de todas sus Obligaciones Negociables en circulación y de sus restantes obligaciones con acreedores financieros".

La compañía afirma que tomó esta decisión "debido a su situación financiera y como consecuencia de los atrasos sufridos en las cobranzas a algunos clientes en contratos significativos, sin perjuicio de continuar con las gestiones para revertir esta situación". 

Según informó Clarín, la compañía se prepara para una reestructuración general de toda su deuda y prevé incorporar nuevos socios para la reestructurar sus finanzas. Una de las posibilidades que evalúa la firma es asociarse con el Estado nacional. Según El Cronista, Pescarmona está pidiendo alguna clase de auxilio financiero por parte del Gobierno.

Otra posibilidad es que exista interés de algunas empresas extranjeras de ingresar como accionistas. Si se concreta esa posibilidad, Pescarmona dejaría de ser el único dueño de sus empresas, aunque no estaría dispuesto a resignar el control de la misma, agrega Clarín.

Pescarmona se había declarado default parcial a fines de junio, cuando incumplió con el pago del servicio de intereses y capital por $ 60 millones correspondiente por sus Obligaciones Negociables clase 8 (de hasta $ 30 millones) y clase 9 (de hasta US$ 100 millones). La empresa logró cumplir con ese pago unos días después con una cobranza proveniente de operaciones en el extranjero.

LPO había informado el mes pasado que la empresa ya había despedido a unos 120 trabajadores en su planta de Mendoza en lo que iba del año. A comienzos de septiembre, Impsa inició el procedimiento preventivo de crisis ante la posible desvinculación de 215 trabajadores y aseguró que estaba operando al 40% de su capacidad.