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Electroingeniería podría quebrar si no llegan los dólares de China para financiar las represas

La empresa atraviesa una grave crisis y necesita fondos antes de fin de año. La operación con bancos para salvarse.

El Grupo Electroingeniería, del empresario kirchnerista Gerardo Ferreyra, necesita con urgencia que el gobierno de China habilite el envío de los fondos para la realización de las represas Jorge Cepernic y Néstor Kirchner en Santa Cruz. Si eso no sucede antes de fin de año, la empresa podría terminar en concurso de acreedores.

Según confiaron fuentes del mercado a LPO, Electroingeniería atraviesa una severísima crisis económica desde hace meses, pese a que durante los años del kirchnerismo ha sido una de las principales favorecidas por la obra pública, beneficiada por la amistad de Ferreyra con Carlos Zannini.

La firma logró el año pasado ganar la licitación para la construcción de las represas con una polémica oferta final cercana a los 19 mil millones de pesos, que fue denunciada por haber violado el pliego inicial. Electroingeniería, que integra una UTE con el grupo chino Gezhouba, tenía la tercera oferta en precio, pero en una dudosa jugada presentó una carta de descuentos y redujo el valor a un precio que estaría incluso por debajo de los costos de la obra. Además, no incluyó los costos de los seguros que necesita adquirir para que China la financie.

Pero el proyecto se fue trabando por la falta de acuerdo para la financiación. Finalmente, ese contrato se firmó en julio, durante la visita a Buenos Aires del presidente Xi Jinping. Allí, se estableció que los bancos China Development Bank Corporation, Industrial and Commercial Bank of China y Bank of China Limited prestarán 4714 millones de dólares. La caída en default del país volvió a complicar los planes, y Axel Kicillof y Julio de Vido tuvieron que viajar de urgencia a Pekín para intentar salvar el acuerdo.

Las idas y vueltas del proyecto no hacen más que apretar la soga en el cuello de Electroingeniería. Es que la empresa necesita como el agua que China ejecute el primer desembolso antes de fin de año, caso contrario se dirige inexorablemente al concurso de acreedores, paso previo a la quiebra.

Este medio había anticipado el año pasado que Electroingeniería estaba en una delicada situación financiera, producto de distintos factores como la demora del Gobierno para el pago de las obras públicas o la ineficiencia de algunas de sus firmas, principalmente Transener una aspiradora de fondos que no deja casi ganancias.

En los meses posteriores la situación no mejoró y la empresa se vio obligada a llevar a cabo una maniobra financiera que deja en claro la delicada crisis que atraviesa, la cual también se expresa en la fuga por goteo de varios de sus gerentes.

Según confirmaron a LPO fuentes del mercado, Electroingeniería cedió ganancias futuras a un grupo de bancos para acceder a fondos frescos destinados a cubrir pagos regulares. Lo más llamativo es que esa operación se hizo a tres años con una fenomenal tasa de interés del 36 por ciento anual, lo que revela la desconfianza que genera la empresa en los inversores.

Quizás tratando de mandar una señal de confianza al mercado, el presidente de la compañía, Osvaldo Acosta, confió días atrás -en una inusual aparición en una entrevista con La Nación- que el primer desembolso chino llegará en “octubre o noviembre”. Otras fuentes dijeron a Página 12 que el monto será de 500 millones de dólares.

Para peor, actualmente Electroingeniería no tiene ninguna gran obra en ejecución. La única buena noticia es que el mes pasado logró que Kicillof destrabara la adjudicación de la central de generación eléctrica combinada Manuel Belgrano II, una obra presupuestada en 4.590 millones de pesos. De todos modos, el fin de ciclo kirchnerista pone un signo de interrogación a todas las grandes obras que el Gobierno viene anunciando.