Moody’s le puso “perspectiva negativa” al canje de deuda de Cristina

La calificadora le advirtió a los bancos que si participan “es probable que los aísle aún más de la comunidad financiera internacional”.

La agencia calificadora de riesgo crediticio Moody's afirmó hoy que el proyecto de ley de cambio de domicilio de pago, "tiene perspectiva negativa para la deuda soberana, de banco y de empresas".

En un comunicado, en el cual analiza los posibles efectos de la aprobación de la ley, Moody's afirmó que "la intención de eludir la justicia de los Estados Unidos pone de relieve el débil marco institucional del país". 

"La participación de los bancos argentinos en un canje de deuda es probable que los aísle aún más de la comunidad financiera internacional y ese aislamiento financiero podría traer perturbaciones significativas a la economía del país y sería perjudicial para las corporaciones", advirtió la calificadora.

Cristina anunció el martes pasado que enviará un proyecto de ley al Congreso para cambiar el agente de pago a los bonistas que entraron a los canjes de 2005 y 2010, que a partir de septiembre dejará de ser el Bank of New York y pasará a Nación Fideicomisos, entidad que maneja el Banco Nación.

Asimismo, el texto estipulará la reapertura del canje para aquellos que no ingresaron en las reestructuraciones previas que llega al 7% del total de los tenedores, y ofrece una nueva emisión de papeles con legislación argentina para reemplazar voluntariamente a los regidos por ley extranjera-ya que el canje no es compulsivo-, ante la negativa del juez Thomas Griesa de liberar los pagos del Discount que fueron girados el 30 de junio.

De todas formas, hasta ahora no hay certezas sobre cómo se implementaría el canje en caso de aprobarse y el cambio en el agente de pago, ni el grado de aceptación que pueda obtener la propuesta entre los bonistas.

En ese sentido, la agencia remarcó que "no queda claro aún si la propuesta será aprobada" en el Congreso. "El juez Griesa, probablemente impedirá al fiduciario proporcionar los datos de los bonistas a la Argentina y la asistencia necesaria para transferir esos datos", vaticina en el informe. 

"Aún si la transferencia fuera posible, no está claro si el nuevo fiduciario sería capaz de desembolsar los fondos dentro del sistema de compensación de dólares estadounidenses, habida cuenta de las objeciones de la justicia de los Estados Unidos", subrayó la calificadora.

Moody's puntualizó que "un enfoque más beligerante por parte de la Argentina alejará al país de los mercados financieros internacionales y colocará a las reservas bajo presión".

"Las reservas que son la única fuente para cumplir con sus obligaciones en moneda extranjera, han caído un 47% en los últimos tres años. La presión continua sobre las reservas probablemente exacerbará la inflación que ya supera el 30% en forma anual, a través de una devaluación más rápida, lo que profundizó la recesión en curso de Argentina", detalló Moody's.

En cuanto a los bancos, la agencia advirtió que "para llevar adelante este canje será necesaria la participación de los intermediarios financieros de Argentina y, en el contexto de la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos, los colocará en un territorio legal incierto. Las incertidumbres legales y financieros que rodean este movimiento profundizarán crisis económica del país, lo que lleva a una recesión más larga de lo esperado".

Más adelante señaló que "el canje de bonos bajo jurisdicción local iría en contra de las órdenes emitidas por el juez Griesa el año pasado, lo que complica la participación de intermediarios con sede en EE.UU. y podría colocar a esos intermediarios en desacato de las órdenes de la corte de Estados Unidos. La aprobación de esta medida podría reducir las posibilidades de que el soberano, así como los bancos y otros participantes del mercado, pronto recuperen el acceso a los mercados internacionales".

Para las empresas, Moody's puntualizó que "el aislamiento financiero como resultado de un canje de deuda argentina traería perturbaciones significativas a la economía del país, a través de un estancamiento del PBI, un aumento de la inflación y la devaluación de la moneda. La depreciación de la moneda local aumentará el costo de la deuda en moneda extranjera".

"También esperamos un estancamiento en el gasto del gobierno, en obras públicas e infraestructura, lo que afectará a algunas empresas", concluye con pesimismo.