El kirchnerismo culpa a los "idiotas útiles" del PO por los conflictos laborales

Capitanich, Scioli, Berni y Pignanelli salieron a coro a criticar a la izquierda por los despidos y cierres de empresas.

El kirchnerismo no abandona su costumbre de buscar culpables externos para encontrarle explicación a problemas reales, muchas veces nacidos en sus propias falencias de gestión. Ahora, la explicación a la cada vez más inocultable crisis del mercado laboral es la actuación de delegados de izquierda en las fábricas en conflicto.

La posición del Gobierno había sido expuesta ya la semana pasada por Jorge Capitanich en referencia al conflicto con Lear, y ahora salieron a acompañar esa teoría Daniel Scioli, Sergio Berni y el sindicalista Ricardo Pignanelli, cuyo gremio está en guerra con los comisiones internas copadas por la izquierda.

Consultado por los conflictos en Lear y Donnelley, el jefe de Gabinete volvió a insistir hoy en que la responsabilidad es de “idiotas útiles de grupos concentrados” como los dirigentes del Partido Obrero (PO), que están actuando para destruir el empleo de los argentinos".

"Que no nos vengan a correr por izquierda", pidió Capitanich, al mejor estilo Lilita Carrió. "La verdadera izquierda revolucionaria en este país siempre ha sido el peronismo y sus sindicatos, que han defendido el trabajo argentino y a los trabajadores", agregó. "Tenemos derecho a pensar que (a los dirigentes del PO) no les interesa ni el trabajo ni los trabajadores", completó.

En el mismo sentido, el gobernador bonaerense llamó "a la reflexión" a las agrupaciones de izquierda, al advertir que "con sus métodos terminan generando un perjuicio aún mayor que la causa por la que reclaman".

"Hace falta ponerle racionalidad a los reclamos de algunos gremios radicalizados que usan métodos violentos y que terminan yendo en detrimento de los intereses de los propios trabajadores", lanzó en declaraciones a radio Mitre.

Al respecto, agregó que "algunas reacciones sindicales" no les dan "la tranquilidad y la confianza" a las empresas "para seguir adelante con sus actividades", justificando así el accionar de los dueños de Donnelley, que ayer cerraron sin aviso la fábrica. "Esto es seduciendo al capital, no combatiendo al capital", reflexionó reinterpretando la marcha peronista.

Otro que se sumó a la cruzada contra la izquierda fue Sergio Berni, quien acusó a una "veintena de militantes" de llevar adelante "un conflicto sindical sangriento, virulento y con una escalada de violencia inédita" en Lear, donde hoy volvieron a cortar la colectora de la Panamericana.

El más virulento en las declaraciones fue el titular de Smata, Ricardo Pignanelli, acusado de armar una asamblea trucha para desplazar a la comisión interna de Lear, vinculada al PTS. Sin embargo, la Justicia dejó sin efecto lo que se “votó” en esa asamblea.

"Estos pibes vinieron a llevarse puesta la fábrica, se creen que esto es joda. Por culpa suya, Lear está evaluando irse del país. Son los mismos que hace 15 días se metieron en Johnson Controls y le hicieron perder un día de producción a la Ford. Su objetivo no son las reivindicaciones, la estabilidad laboral o pelear por los salarios. Quieren la lucha continua. La anarquía en el movimiento obrero", afirmó en declaraciones a Ámbito Financiero. Pignanelli agregó que los dirigentes de izquierda "buscan que se produzca una desgracia".