Río Negro

Pichetto y Weretilneck otra vez dirimieron su interna en la Casa Rosada

Viajaron a Buenos Aires para definir la disputa por la vicegobernación, que quedará para un hombre del senador.

Miguel Ángel Pichetto impuso su peso y finalmente se quedará con la vicegobernación de Río Negro, vacante por el fallecimiento de Carlos Peralta. Desde un primer momento el senador le planteó a Alberto Weretilneck que había “que respetar los acuerdos”, pero en el entorno del gobernador se resistían -y resisten- a incorporar una figura que no sea del riñón del mandatario.

La provincia patagónica atraviesa desde la muerte de Carlos Soria una feroz crisis política que sólo fue aplacada por el forzado acuerdo entre Weretilneck -proveniente del Frente Grande- y Pichetto. Pero tan frágil es la tregua entre ambos sectores (a los que hay que sumar al sector del peronismo que conduce Martín Soria) que la interna se dirimió varias veces en la Casa Rosada.

La disputa por el reemplazo de Peralta no fue la excepción. Tras el fallecimiento del vicegobernador, el pichettismo salió rápidamente a instalar que el reemplazante sería Ariel Rivero, vicepresidente primero de la Legislatura.

Pero en el “albertismo” no estuvieron para nada de acuerdo con la idea. A Rivero no le perdonan la división del bloque (encabeza el sub bloque “Eva Perón”, que responde directamente a Pichetto), y las trabas que puso a varios proyectos del gobernador, como el presupuesto 2014.

El oficialismo impulsaba para la vicegobernación al jefe del bloque del FPV, Pedro Pesatti, considerado un “hombre leal” al mandatario provincial. Pesatti ya había sido impulsado para ese cargo tras la muerte del “Gringo” Soria, pero la necesidad de mantener la gobernabilidad terminó llevando a la elección de Peralta, que fuera el hombre de máxima confianza del fallecido gobernador.

Finalmente, las rencillas parecen saldadas tras el viaje de Weretilneck y Pichetto a la Casa Rosada. Oficialmente, se trató de una reunión con Jorge Capitanich por las inundaciones en la provincia, pero casualmente también terminó resolviéndose el conflicto interno.

Ayer, a su regreso a Río Negro, Weretilneck y Pichetto se mostraron juntos y dieron muestras de que el frágil acuerdo se mantiene en pie. "Hay que privilegiar la gobernabilidad, la institucionalidad y la unidad", se resignó el gobernador, que adelantó que la semana próxima se definirá al sucesor de Peralta. Ambos, se encargaron de descartar que Capitanich haya intervenido para apaciguar la disputa.

Lo cierto es que más allá de la cautela que mostraron los protagonistas, la semana próxima se confirmará que Rivero es el nuevo vicegobernador (en los papeles será designado Presidente de la Legislatura). A cambio, Weretilneck tiene la promesa de que se unificará el bloque del FPV y que los legisladores pichettistas responderán a Pesatti, que seguirá como jefe.

En términos políticos, la muerte de Peralta significó un duro golpe para Weretilneck ya que representaba su vínculo más fuerte con el peronismo, incluso por encima de Pichetto. El vice -que actuaba como contención en la Legislatura- ya había admitido sus intenciones de que en 2015 se repita la fórmula, lo que le había costado algún distanciamiento de Martín Soria, con quien tenía una relación casi familiar.

Es por eso que para Weretilneck mantener el acuerdo con Pichetto era elemental. El gobernador está duramente enfrentado con Soria y la intendenta de Bariloche, María Eugenia Martini. En los últimos meses, no hizo más que tensar la cuerda al denunciar supuestos hechos de corrupción del intendente de General Roca y al echar al marido de Martini de la vicepresidencia del Invap.