La gira por China, otro escenario de la durísima interna de Kicillof y De Vido

El ministro de Economía viajará mañana a Pekín para tratar de acordar el swap con el Gobierno chino. Pero también se meterá en la negociación que lleva delante De Vido para conseguir fondos para las represas de Santa Cruz. El mes pasado Augusto Costa no pudo obtener el financiamiento.
Axel Kicillof partirá el viernes a la noche rumbo a China con el objetivo declarado de destrabar un intercambio de yuanes equivalente a 10 mil millones de dólares, que supuestamente serviría para darle algo de respiro a las golpeadas reservas del Banco Central.

Se trata de un viejo proyecto de la época de Martín Redrado que nunca pudo concretarse y que presenta no pocas dificultades técnicas.

Por eso en el Gobierno tomaron nota que el viaje de Kicillof es apenas otro capítulo d ela larga interna que viene librando con su par de Planificación, Julio de Vido, desde que le intervino el área de Energía y desparramó por todos lados acusaciones de manejos corruptos, que golpearon especialmente a Roberto Barrata, mano derecha del ministro y quien hasta ese momento concentraba el manejo del sector y las multimillonarias compras de energía.

Con su desembarco en China, Kicillof se superpone con la gira que se había diseñado De Vido para buscarse un rol en el Gobierno, luego del ascenso de su enemigo interno. El ministro de Planificación inició una gira por Rusia y China para conseguir el financiamiento para la construcción de las dos megarepresas de Santa Cruz, la obra emblemática de CRistina Kirchner que hasta ahora no logra que pase del nivel de anuncio.

LPO reveló a inicios del mes pasado que el Gobierno había fracasado en su intento de contratar una aseguradora para cerrar el crédito del Banco de Desarrollo de China por US$ 4.700 millones, con lo cual se cayó toda la operación.

De hecho, la construcción de las represas hidroeléctricas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic (antes llamadas Cóndor Cliff y Barrancosa) en Santa Cruz trajo polémica desde un principio. Lo más escandaloso fue la adjudicación de las obras a Electroingeniería, una empresa de Gerardo Luis Ferreyra, amigo de Carlos Zannini.

Los encargados de las últimas y fallidas negociaciones en China fueron dos hombres de Kicillof: el entonces secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Augusto Costa y su segundo Carlos Bianco. Tras la salida de Guillermo Moreno y el pase de Costa a Comercio, ahora Bianco es el titular de esa secretaría.

Un traspié aprovechado por De Vido que  emprendió una gira por Rusia, China y Brasil para tratar de convencer inversores.

Pero ahora tendrá que compartir la mesa de negociaciones con el joven ministro, que arribará a Pekín el domingo. Un día después se reunirán con funcionarios del Gobierno y del Banco de Desarrollo de China (CDB), a quienes intenterán convencer de que destraben la discusión con las aseguradoras, el paso ineludible para que el financiamiento avance.

Se trata apenas de un capítulo más de una pelea que involucra negocios por miles de millones, además de reunir a intereses muy poderosos como las principales empresas de obra pública del país y otros contratistas del Estado que ya avisaron que su único interlocutor válido es De Vido y que no se sentarán a negociar con Kicillof.