Un paso hacia el reencuentro de la verdadera acción política

Por primera vez los argentinos asistiremos a un nuevo sistema electoral en este turno 2011 que marcará un antes y un después no sólo en la forma de la votación sino también en un nuevo tiempo para los agrupamientos políticos. Porque lejos de quedarse en una disposición técnica, abre el camino para la reconstrucción de la práctica política.
La nueva legislación marca nuevas formas del proceso electoral pero lejos de quedarse en una disposición técnica abre el camino para la reconstrucción de la práctica política en la Argentina.

Lejos de quedarse en una disposición técnica, abre el camino para la reconstrucción de la práctica política en la Argentina.

Desde el 2003 en adelante muchos temas han pasado a un paradigma superador del neoliberalismo construyendo así un modelo de país que retoma el sentido que la dictadura y los ´90 habían esquivado. Presencia del Estado, inclusión y coehsión social, movilidad social, inversión en obra pública, revalorización y recuperación de la educación en sus distintas áreas, producción nacional, fortaleciendo del trabajo y de los trabajadores a través de sus organizaciones, sistema previsional de carácter público y solidario.

Todos estos hechos objetivos y concretos han repercutido incluso en las vivencias cotidianas de los argentinos, mejorando el humor social y generando un sentido de pertenencia de país positivo.

Seguramente que una de las tareas a realizar también es recuperar el sistema de la acción política para volverlo más participativo, más legítimo, y más claro en sus formas.

Los partidos políticos no fueron ajenos al paradigma de país que sufrimos los argentinos y se transformaron en meras cáscaras electorales administradas por gerentes, vacias de contenido, y con una organización gerencial donde el cuadro político y el militante fueron paulatinamente aislados.

Así se produjo el vaciamento de la política o mejor dicho de los partidos como ejes convocantes de la disputa social, corriéndose la misma hacia otras formas de organización de la comunidad.

No era necesario discutir modelos ni programas eso era podestad de los think tank de los grupos económicas o ya venia el recetario desde los organismos de créditos multinacionales.

Pero cuando hay un proyecto nacional, como el que se construye desde el 2003, los partidos políticos vuelven a tener sentido, porque se discuten proyectos, paradigmas y no solo envoltorios de marketing electoral.

En ese sentido la nueva reglamentación es un paso hacia adelante en términos de participación ciudadana y obliga a un funcionamiento más real de las estructuras políticas.

La ley es la número 26.571, sancionada el 14 de diciembre del 2009, denominada de Democratización de la Representación Política, la Transparencia y la Equidad Electoral, por la cual se estableció un sistema de selección de pre candidatos para cubrir los cargos públicos electivos, a través de elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias.

Posteriormente, mediante los decretos 443, 444 y 445 de este año, el Poder Ejecutivo reglamentó las internas, y estableció los criterios para la conformación de las boletas electorales, entre otros aspectos.

Además los partidos han tenido que reafirmar sus adhesiones y afiliaciones con lo que tambien se van sincerando los realidades de cada uno de ellos, recordemos que se había construído un mercado de partidos, donde a tipo de subasta se vendían al mejor postor; ahora deben tener un piso para el cual se les da dos turnos electorales; sin cumplir el piso se pierde la personería.

Así también la magnífica posibilidad de que los candidatos de cada partido o frente no salgan ya de cuatro paredes sino que pasen un primer turno electoral utilizando el padrón general, es decir donde todos pueden ser electores, genera un mecanismo que aumenta la posibilidad de participación de distintos actores que hacen a la vida interna de un partido así como la participación ciudadana en la elección de candidatos.

Esto se producirá el próximo 14 de agosto, donde en el cuarto oscuro podremos optar por votar en una de las distintas primarias de los partidos y frentes existentes; estarán diferenciados por color cada uno de ellos.

Es un trabajo a realizar por parte de toda la dirigencia difundir esta nueva forma, no sólo de desde su implmentación el día de la elección, sino en marcar la discusión que significa esta implementación que brinda mayor democracia y participación.

Es un camino largo pero a partir de agosto se da el primer paso hacia la reconstrucción de la acción política, ya que sean dos cuestiones fundamentales, una nueva ley que corporiza esa idea y por otro un proyecto de país que pone por delante la discusión de modelo antes que la de candidatos.