Afrontar el daño causado

La imprevisión del Banco Central provocó la falta de billetes que derivará en una serie de gastos y punitorios por la imposibilidadd e cumplir con vencimientos. Las autoridades deberán y empresas de servicios públicos, deberán bonificar esos gastos o enfrentarán demandas en la justicia.
Hemos pasado un fin de año complicado. Hizo mucho calor, nos cortaban la electricidad en nuestras casas. Necesitamos efectivo, no hubo.

¿Existió alguna responsabilidad por parte de los vecinos? Ninguna.

Las consecuencias como siempre las pagan los afectados. Las responsabilidades se diluyen. El paso del tiempo hará que olvidemos lo perdido en las heladeras, y la malasangre acumulada en las colas de los cajeros.

En el caso del Banco Central de la República Argentina, se hizo todo mal. No previno la situación (que sucede todos los años).

Todos los años a la misma hora, aumenta la demanda de efectivo. La gente tiene la costumbre de regalarse objetos y comprar alimentos para las cenas familiares. Para todo eso la mayoría de la gente necesita efectivo.

Como “casualmente” las fiestas de fin de año cayeron a fin de mes, es el momento en que los vecinos quedan un poco escasos de dinero, entonces intentan cobrar sus haberes.

Fundamentalmente jubilados, pensionadas y beneficiarios de planes sociales. Los más pobres. Los que en general no tienen una tarjeta de crédito.

Aunque algunos no lo perciban hay cierta desvalorización del peso, por lo tanto necesitamos más billetes para comprar las mismas cosas.

Además decretaron un feriado bancario sin aviso.

Faltaba que las heladerías cerraran en verano por falta de helado.

Sumado a todas estas complicaciones, hubo pagos que no se hicieron, hubo vencimientos que cayeron, habrá multas, gastos administrativos y punitorios que se les aplicarán a quienes no pudieron pagar.

Es hora que alguien se haga cargo de sus responsabilidades.

Como Defensor del Pueblo de Avellaneda exhorto a las Autoridades del BCRA, a las empresas de servicios públicos, que bonifiquen a los vecinos perjudicados de todos los costos de los cuales no son responsables.

Si no lo hicieran, deberán responder ante la justicia por sus responsabilidades por los daños morales y económicos sufridos por los vecinos de Avellaneda.