El gobierno prevé un dólar a $6,33 y una inflación del 10,4% para el 2014

Son los datos que envió el Gobierno a Diputdos en el presupuesto. El crecimiento será del 6,2%, el doble de lo necesario para pagar el cupón PBI. Además, Cristina espera terminar su mandato en 2015 con un dólar de 6,94 y una inflación del 10.3 y pautó para al año siguiente una divisa en 7.39 y una curiosa desaceleración de los precios. 
Como ya hico en años anteriores, el gobierno volvió a utilizar datos inverosímiles para elaborar el Presupuesto para el 2014. En este caso, el proyecto postula un dólar promedio de $6,33, una inflación del 10,4% y un crecimiento del 6,2%, que supera el piso necesario para gatillar el cupón PBI en el 2015, según informó el ministro de Economía Hernán Lorenzino en la Cámara de Diputados durante la presentación de la ley de leyes.

El proyecto tiene una curiosa proyección de la inflación, el crecimiento y el gasto para 2015 y 2016, ya terminado el mandato de Cristina. 

Estiman que el dólar crecerá a 6,94 en el último año de gestión kirchnerista y el próximo presidente lo llevará a 7,39.

Mientras que la inflación la calculan en 10.3% el año que viene y en 9.5% en 2016, o sea, según el Gobierno, quien los suceda disfrutará de una desaceleración de la suba de precios.

Lo curioso es que para el 2015 se proyecta un leve descenso al 10,3%, y en el 2016 el texto habla de una inflación descendente ya que cerraría en 9,5%, una vez concluido el mandato de Cristina.

Al presentar la pauta de crecimiento, el funcionario estimó que el consumo crecerá 5,7 por ciento; la inversión, 8,5 por ciento; exportaciones, 9,2 por ciento y las importaciones, 8,6 por ciento.

El proyecto prevé ingresos por 930.000 millones de pesos y gastos por 927.000 millones, mientras que el saldo de la balanza comercial será de 10.000 millones de dólares, según indicó el ministro en su informe en Diputados, que se retomará a partir de las 14.

La iniciativa fue presentada hoy por el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, ante la Comisión de Presupuesto de Diputados, acompañado por el viceministro Axel Kiciloff, el presidente de la Cámara baja, Julián Domínguez, y la titular del bloque del Frente para la Victoria, Juliana Di Tullio.

Durante su discurso, Lorenzino destacó la política de desendeudamiento y defendió la intervención de gobierno en la economía.

"El mercado por sí mismo no soluciona las inequidades, más bien, desde nuestro punto de vista, las profundiza", dijo el titular del Palacio de Hacienda.

Las cifras lucen a todas luces inconsistentes: la inflación es de menos de la mitad de la que miden las consultoras privadas y los institutos de estadísticas provinciales, y el dólar a $6,33 muestra una tasa de devaluación que no se condice con la que viene llevando el gobierno durante los últimos meses, porque para llegar a ese número debería subir a un 1% mensual, algo que no hace desde marzo del 2012.

Por ejemplo, el año pasado el gobierno había pautado que la divisa cotizaría a $5,10, un número que alcanzó a principios de año. Hoy la moneda norteamericana se encuentra en $5,73 en las pizarras de los bancos y casas de cambio. 

La suba de precios estimada para este año, según el presupuesto 2013, también había sido tremendamente subestimada y la calcularon en un 10,8%, por primera vez superando el diez por ciento.

Por otro lado, si se cumple la pauta del 6,2% de suba en el producto, el gobierno deberá pagar en el 2015 el cupón PBI atado al crecimiento, porque la cifra casi duplica el piso necesario para gatillar el papel. En el 2012, había postulado un incremento del 3,4%, desatando todo tipo de especulaciones sobre si pagaría o no el bono durante el 2013.

Lo cierto es que las cifras del Indec ya muestran un repunte de más del 5% en los primeros seis meses, por el pago del cupón está casi descontado, salvo que en un futuro el gobierno revise a la baja los números del crecimiento. Mientras tanto, según el gobierno en el 2015 se crecería un 5,3% y en el 2016 un 3,7%.

El ministro también confirmó que junto con el presupuesto el Gobierno giró la prórroga de impuestos que vencen a fin de año, como la ley del cheque y del adicional al impuesto al cigarrillo.

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