El kirchnerismo se quedó sin quórum para tratar el pliego de Garré en la OEA

Sumaba 32 entre propios y aliados, cuando la oposición se fue y dejó la sesión en minoría. La UCR había denunciado incompatibilidad de funciones por tener un registro de propiedad automotor. Rojkés de Alperovich fue una de las ausentes. 
El Gobierno pasó el primer mal trago en el Congreso luego del cierre de listas: el bloque kirchnerista del Senado se quedó sin quórum a media sesión y no puso aprobar el pliego de Nilda Garré como embajadora en la OEA.

Miguel Pichetto no logró más que 32 voluntades, cinco menos que las necesarias para reunir la mayoría. Y aunque la oposición tenía 10 menos, al retirarse del recinto la sesión tuvo que levantarse.

Garré fue propuesta por Cristina Kirchner luego de ser desplazada por Cristina Kirchner del Ministerio de Seguridad, donde hace meses estaba desdibujada. A su partida le siguieron la de subsecretarios y directores cercanos.

Lo insólito es que Pichetto conocía el escenario desfavorable pero aún así insistió. Las ausencias fueron sugestivas y permitieron todo tipo de especulaciones. Una de las bancas vacías fue la de la tucumana Beatriz Rojkés de Alperovich.

Tampoco llegaron nunca los misioneros Juan Manuel Irrazábal y Salvador Cabral, la santacruceña Mabía Labado y los fueguinos Osvaldo López y Jorge Colazo.

Colaboraron con el kirchnerismo la pampeana María Higonet, la fueguina María Rosa Díaz y el correntino José María Roldán.

La UCR lo había objetado porque la ex ministra de Defensa es titular del Registro seccional de la propiedad automotor de la Ciudad y desde 2005 cobra un sueldo aún cuando en su declaración jurada figura que renunció.

El legislador radical sostuvo que el decreto 644/89 sobre los responsables de esos registros, debería aclarar "con absoluta certeza la no percepción de ingresos por dicha función durante todos los períodos en los cuales ocupó cargos públicos".

También la denunciaron por cobrar fondos por vacaciones, aún cuando no le corresponde por tratarse de un funcionario público. “Cuando nosotros pedimos tratar un tema nos exigen que tengamos quórum. Ahora hacemos lo mismo”, simplificó José Cano, jefe del bloque radical.

Gerardo Morales había fundamentado el rechazo de su bloque y pidió permiso para abstenerse, lo que en la práctica terminaba con la sesión porque el quórum se contabiliza sobre los presentes.

“No vamos a habilitar la abstención, les pido que acepten el mecanismo democrático de votación”, dijo un entregado Pichetto. Lo extraño fue que no aceptó el pase a comisión del pliego cuando sabía que no llegaba con los votos.

Sorprendidos, Ernesto Sanz y María Eugenia Estenssoro amagaban a dejar su banca vacía y señal de que la sesión se caería de todas maneras. Boudou intentó calmar los ánimos y llamó a votar el pedido de pase a comisión formulado por Morales y el kirchnerismo lo ganó por 32 a 22. Como no les permitían abstenerse, los 22 opositores se fueron la sesión se cayó.

“Les pido disculpas a los concejales de todo el país que vinieron a tratar la creación del Foro de Concejales”, se lamentó Pichetto. “¡Así funciona el Congreso, como en 2010!”, sobreactuó el chubutense Marcelo Guinle, presidente de la Comisión de Acuerdos.

El papelón del oficialismo casi no tiene antecedentes en los últimos años. A la oposición si le pasó en la sesión preparatoria de 2010, cuando quería quedarse con las comisiones pero se quedó con las ganas cuando faltó Carlos Menem. A la otra semana Menem fue y pudieron hacerlo.

El Senado también tenía previsto aprobar un proyecto de ley sancionado por diputados para que se les otorgue una pensión graciable a los presos políticos entre el 6 de noviembre de 1974 y el 10 de diciembre de 1983.

Otra de las iniciativas era el otorgamiento por única vez de un beneficio extraordinario a quienes fallecieron como consecuencia del ataque al Regimiento de Infantería de Monte 29 Coronel Ignacio Warnes, ocurrido en Formosa el 5 de octubre de 1975.