Moreno a La Cámpora: "Estos pibes deberían estar en el PC"
El secretario de Comercio Interior no esconde su recelo hacia los jóvenes K y en las reuniones que mantiene en su oficina con dirigentes del PJ porteño asegura que "los pibes ven un martillo y salen corriendo porque trabajar les gusta poco". Además culpa a Kicillof por la disparada del dólar blue.
“Estos pibes deberían estar en el PC pero ven un martillo y salen corriendo porque trabajar les gusta poco”. Así se lo pudo escuchar a Guillermo Moreno en los últimos días en algunas reuniones con dirigentes del peronismo porteño que convoca en la Secretaria de Comercio Interior.
Se refería a los jóvenes de La Cámpora, la agrupación que acumula cargos y poder dentro del Gobierno de manera implacable con el aval de Cristina Kirchner.
Moreno es de los pocos funcionarios que tiene vuelo propio en el Gobierno sin encuadrarse en la organización fundada por Máximo Kirchner ni rendirle tributo alguno.
En el Gobierno destacan que el secretario de Comercio Interior controla un grupo de militantes que le responden directamente a él y no lo hacen por elevación a Cristina. Eso quedó en evidencia luego del temporal del primero de abril.
Sus militantes estuvieron presentes ayudando en el Barrio Mitre de Saavedra tras las inundaciones. Moreno resolvía demandas concretas con las donaciones que provenían del Mercado Central.
La noche del martes 2 de abril, el secretario de Comercio se encargó de conseguir más de 2500 velas para repartir en las casas donde el agua todavía estaba bajando. Y en ningún momento dependió de La Cámpora, que acaparó el reparto de donaciones tanto en Capital como en La Plata.
Tampoco dependió de ellos cuando llevó a su gente a frenar a las columnas de izquierda que intentaron copar la marcha del 24 d marzo.
La furia de Moreno con los jóvenes K es una reacción lógica ante el intento de la organización de quedarse con todo el control de la economía. Como anticipó LPO, durante la semana pasada corrieron fuerte los rumores que indicaban que Axel Kicillof barrería a Hernán Lorenzino para quedar al mando de toda la política económica del gobierno.
El periodista Marcelo Bonelli reveló la semana pasada en Clarín la ofensiva que La Cámpora está llevando adelante contra los integrantes del Gabinete que no le son “propios”. Según esta versión, los referentes de la agrupación están ejerciendo su influencia sobre Cristina Kirchner para tratar de correr a Moreno, Lorenzino, Mercedes Marcó del Pont y Miguel Gallucio.
El principal desencadenante de esta crisis es, claro, el descalabro económico, del que los jóvenes camporistas hacen responsables a esos funcionarios. Kicillof cuestiona a Moreno por el fracaso del congelamiento de precios, y a Lorenzino y Marcó del Pont por la escalada imparable del dólar.
Pero Moreno, además de culpar a la presidenta del Banco Central por la suba del dólar paralelo, también apunta al propio Kicillof por el desastre del blue.
Moreno no es el único dirigente del peronismo tradicional que tiene cortocircuitos con La Cámpora. Como explicó LPO, la semana pasada el intendente de Pilar, Humberto Zúccaro, les advirtió a sus militantes:"Que no nos pasen por arriba pibitos que cobran 20 lucas".
Se refería a los jóvenes de La Cámpora, la agrupación que acumula cargos y poder dentro del Gobierno de manera implacable con el aval de Cristina Kirchner.
Moreno es de los pocos funcionarios que tiene vuelo propio en el Gobierno sin encuadrarse en la organización fundada por Máximo Kirchner ni rendirle tributo alguno.
En el Gobierno destacan que el secretario de Comercio Interior controla un grupo de militantes que le responden directamente a él y no lo hacen por elevación a Cristina. Eso quedó en evidencia luego del temporal del primero de abril.
Sus militantes estuvieron presentes ayudando en el Barrio Mitre de Saavedra tras las inundaciones. Moreno resolvía demandas concretas con las donaciones que provenían del Mercado Central.
La noche del martes 2 de abril, el secretario de Comercio se encargó de conseguir más de 2500 velas para repartir en las casas donde el agua todavía estaba bajando. Y en ningún momento dependió de La Cámpora, que acaparó el reparto de donaciones tanto en Capital como en La Plata.
Tampoco dependió de ellos cuando llevó a su gente a frenar a las columnas de izquierda que intentaron copar la marcha del 24 d marzo.
La furia de Moreno con los jóvenes K es una reacción lógica ante el intento de la organización de quedarse con todo el control de la economía. Como anticipó LPO, durante la semana pasada corrieron fuerte los rumores que indicaban que Axel Kicillof barrería a Hernán Lorenzino para quedar al mando de toda la política económica del gobierno.
El periodista Marcelo Bonelli reveló la semana pasada en Clarín la ofensiva que La Cámpora está llevando adelante contra los integrantes del Gabinete que no le son “propios”. Según esta versión, los referentes de la agrupación están ejerciendo su influencia sobre Cristina Kirchner para tratar de correr a Moreno, Lorenzino, Mercedes Marcó del Pont y Miguel Gallucio.
El principal desencadenante de esta crisis es, claro, el descalabro económico, del que los jóvenes camporistas hacen responsables a esos funcionarios. Kicillof cuestiona a Moreno por el fracaso del congelamiento de precios, y a Lorenzino y Marcó del Pont por la escalada imparable del dólar.
Pero Moreno, además de culpar a la presidenta del Banco Central por la suba del dólar paralelo, también apunta al propio Kicillof por el desastre del blue.
Moreno no es el único dirigente del peronismo tradicional que tiene cortocircuitos con La Cámpora. Como explicó LPO, la semana pasada el intendente de Pilar, Humberto Zúccaro, les advirtió a sus militantes:"Que no nos pasen por arriba pibitos que cobran 20 lucas".