Borda: El fotógrafo del asesinato de Kosteki y Santillán fue herido y detenido en la represión
El fotógrafo de Clarín "Pepe" Mateos recibió un balazo de goma en el mentón mientras cubría la represión por parte de la Policía Metropolitana en el hospital Borda. Fue detenido y luego liberado. En 2002 tomó las fotos en el momento del asesinato de los militantes Maximiliano Kosteki y Darío Santillán. Hubo más periodistas heridos.
Según confirmó el propio reportero gráfico en diálogo con Radio Del Plata, lo esposaron y lo detuvieron. "Me pegaron una bala de goma", confirmó Mateos, mientras cubría los incidentes entre los delegados de ATE y efectivos de la Policía Metropolitana en el neuropsiquiátrico.
Mateos, que cumplía con su trabajo, explicó que fue detenido y tras una comunicación con el ministro de Seguridad de la Ciudad, Guillermo Montenegro, de acuerdo a lo informado por Infobae.
Mateos fue quien en 2002 tomó las imágenes en el momento en que la Policía Bonaerense asesinó a los militantes sociales Maximiliano Kosteki y Darío Santillán. Sus fotos sirvieron para comprobar la responsabilidad del comisario Alfedo Franchiotti en el asesinato.
De todos modos, no fue el único trabajador de prensa herido durante la represión. Ariel Weinman de Radio Gráfica y un reportero de FM La Tribu también fueron alcanzados por las balas, lo mismo que camarógrafos de Telefé y América. La periodista Soledad Larghi, de América 24, fue alcanzada por los proyectiles.
Además, trabajadores de C5N, CN23, Télam y otros medios fueron lastimados con palazos y gas pimienta.
Mateos, que cumplía con su trabajo, explicó que fue detenido y tras una comunicación con el ministro de Seguridad de la Ciudad, Guillermo Montenegro, de acuerdo a lo informado por Infobae.
Mateos fue quien en 2002 tomó las imágenes en el momento en que la Policía Bonaerense asesinó a los militantes sociales Maximiliano Kosteki y Darío Santillán. Sus fotos sirvieron para comprobar la responsabilidad del comisario Alfedo Franchiotti en el asesinato.
De todos modos, no fue el único trabajador de prensa herido durante la represión. Ariel Weinman de Radio Gráfica y un reportero de FM La Tribu también fueron alcanzados por las balas, lo mismo que camarógrafos de Telefé y América. La periodista Soledad Larghi, de América 24, fue alcanzada por los proyectiles.
Además, trabajadores de C5N, CN23, Télam y otros medios fueron lastimados con palazos y gas pimienta.