El apuro en aprobar la reforma judicial sugiere que se harán las primarias

Cristina Kirchner aceleró el tratamiento de los proyectos judiciales para tenerlos sancionados antes del proceso electoral. Según anunció el propio Gobierno, el 13 de mayo deben confirmarse las primarias y el 22 de junio se presentan las listas de candidatos. El apuro casi termina con un escándalo en el Senado durante el cacerolazo.
Cuando las columnas de gente se dirigían hacia plaza de mayo para el cacerolazo convocado con varias semanas de antelación, el Senado estaba por aprobar las modificaciones del régimen de cautelares, uno de los seis proyectos con los que presentó la reforma judicial.

Los manifestantes se enteraron en plaza de Mayo y se autoconvocaron al Congreso. Llegaron minutos después de finalizada la sesión y complicaron la salida de legisladores y asesores.

¿Por qué se sometieron los senadores a tal provocación? Por una simple razón: el Gobierno quiere aprobada la reforma judicial antes de anunciar las primarias y presentar sus candidatos en las principales provincias.

Los tiempos apremian: según el cronograma anunciado por el propio Gobierno, el 13 de mayo deben confirmarse las primarias, que muchos dirigentes de la oposición insisten en que se anularán, aun cuando los comicios son citados en la propia ley que fija elecciones en el Consejo de la Magistratura.

Como adelantó LPO, el problema empezó con la asunción de Jorge Bergoglio como Papa, el 13 de marzo. En esos días Julián Domínguez y Amado Boudou esperaban las seis leyes judiciales que adelantó en la apertura de sesiones ordinarias, pero Cristina decidió esperar.

La inundación de La Plata la obligó a demorar todo una semana y el 8 de abril fue la fecha elegida. Los tiempos apremian: con la máxima celeridad posible, el Senado terminará de sancionar las tres normas menos trascendentes el 8 de mayo.

Es que en la Cámara alta, a diferencia de Diputados, no existe la opción de convocar a sesiones especiales de un día para el otro con el único requisito de juntar el número.

Cristina envió al Senado los tres proyectos más controvertidos: la elección de candidatos del Consejo de la Magistratura, la reforma de las cautelares y la creación de Cámaras de Casación.

Diputados tuvo los light: las declaraciones juradas de los magistrados, la publicación de los fallos de la Corte y el nuevo sistema de ingreso a o la justicia.

La agenda de la Cámara era inamovible y el 18A pudo provocar un caos cuando la gente fue al Senado y los legisladores y sus asesores no habían terminado de salir.

El próximo miércoles tratarán los proyectos de diputados en el Senado y en la Cámara baja harán ley en forma express los tres textos que más le importa a la presidenta. Todo sea para llegar a mayo con el Congreso cerrado.