Cristóbal lo hizo: Histórica caída de Radio 10 ante Mitre de Clarín

El giro al ultrakirchnerismo que el zar del juego le impuso a la emisora, le hizo perder por primera vez en más de una década el liderazgo de la audiencia. Longobardi y Lanata destrozaron desde Mitre a González Oro y Chiche Gelblung.
El kirchnerismo tiene un récord infalible en tomar el control de medios exitosos y a fuerza de oficialismo bobo destruir sus audiencias. Lo hizo Electroingeniería con Radio del Plata y ahora Cristóbal López obtuvo el premio mayor: Logró lo impensado, que Radio 10 perdiera un liderazgo absoluto de más de una década.

Cuando el empresario le compró la radio a Daniel Hadad desde LPO se afirmó que el destino probable de esa aventura iba a ser contraproducente para el Gobierno: Radio Mitre conseguiría por default el primer lugar que había perdido hace demasiado años.

Lo que nadie imaginó es que la decadencia sería tan acelerada, acaso otra señal de los serios problemas que enfrenta el kirchnerismo para reconducir su relación con una sociedad que empieza a cansarse de un estilo de gobierno demasiado autorreferencial.

Las mediciones que trascendieron esta noche son lapidarias. Radio Mitre se posiciona como la AM más escuchada con 30,5 puntos de rating, seguida por Radio 10 que cae a 26,1. Luego viene La Red con 11, Continental con 11 y Radio Nacional con 4,8.

Mitre consiguió además su primer lugar con dos tanques especialmente dolorosos para el kirchnerismo: Jorge Lanata se impuso con el 34,2 a González Oro que se desbarrancó hasta el 25,5. De nuevo, en sus escasos meses de gestión, el Grupo Indaló logró dinamitar la popularidad del conductor que por años reinó de manera absoluta en las mañanas de la radio argentina.

El segundo tanque de Mitre tiene sabor a revancha. Marcelo Longobardi, echado de mala manera por el zar del juego por sus opiniones críticas del kirchnerismo, arrasó en la primera mañana con 38,1 del rating, contra un 25,7 de Chiche Gelblung.

Luego que Cristóbal lo echó, Longobardi se mudó a Mitre mientras que Gelblung que había logrado en esa emisora un perfil muy interesante, decidió pasar a su vez a Radio 10, en una movida de la que hoy tal vez esté parcialmente arrepentido.

La catástrofe de Radio 10 -por lo acelerada- viene a confirmar que la política de medios del kirchnerismo ya se ha consagrado como un caso de estudio sobre todo lo que no debería hacer un Gobierno que se considere inteligente. Primero dilapidó miles de millones en inventar medios afines, que ejercieron un oficialismo perruno y se mostraron impotentes para crear audiencias y menos aún, influir en la agenda pública.

Luego fracasad esa experienca, iniciaron una segunda fase: Creyeron descubrir la piedra filosofla de la comunicación, al decidir comprar directamente los medios
de mayor audiencia que no pudieron resistir el billetazo. Sólo que una vez obtenido el control, con modales de elefantes viraron las líneas editoriales al oficialismo servil y consiguieron el resultado previsible que hoy ejemplifica el caso Radio 10.