Cristina apuntó a Bruera por la tragedia de La Plata

En cadena oficial, la presidenta lanzó duros mensajes para el intendente de La Plata, Pablo Bruera, a quien le adjudica responsabilidad por las inundaciones que causaron al menos 51 muertos. También apuntó Eduardo Elsztain, el dueño del Shopping DOT, por el desastre en el barrio Mitre de Capital Federal. 
Cristina Kirchner confirmó esta noche lo que ya era un secreto a voces en el mundo político: Pablo Buera es el chivo expiatorio elegido por la Casa Rosada para intentar colgarle la responsabilidad por el desastre de La Plata, en el que quedó expuesta de mala manera la mala gestión de Nación, Provincia y el Municipio, antes y después de la tragedia.

En su mensaje por cadena nacional Cristina cargó -sin nombrarlo, pero siendo muy clara- sobre el intendente de La Plata y terminó de dar luz verde así para que el kirchnerismo oriente hacia Bruera su máquina de demolición que ya empezó a expresarse en portales de medios oficialistas que sin mucha sutileza directamente le reclamaban la renuncia, al mejor estilo Bariloche.

En tono amenazante anunció que la Universidad Nacional de La Plata realizará una auditoría para conocer "exactamente lo que pasó" en La Plata para que se produzcan inundaciones de tal magnitud. Lo cierto es que el trabajo es ocioso. Como anticipó ayer LPO, esa misma Facultad presentó en el 2007 un trabajo exahustivo dobre las obras que había que hacer para evitar inundaciones y ninguno de los tres poderes involucrados se tomó el trabajo de realizarlas.

La auditoría en 45 díasEl gobierno informó que hoy acordó con la Universidad de la Plata, elaborar un informe técnico sobre el impcato en La Plata de la tormenta del 2 de abril, que deberá estar concluido en 45 días. La Facultad de Ingeniería sugerirá además cursos de acción para evitar que se repita el desastre. 

"Luego de haber solucionado los problemas más urgentes de la gente será hora auditar qué es exactamente lo que pasó. Llama la atención porque el agua naturalmente escurre hacia Berisso y Ensenada y allí no ha habido ninguna víctima afortunadamente mientras tuvimos este terrible número de fallecidos en La Plata", sostuvo Cristina en uno de sus párrafos más hirientes patra Bruera.

Hacía referencia dos municipios que se ubican entre la capital provincial y el Río de La Plata. Como adelantó hoy LPO, Berisso -y de igual modo Ensenada- debió sufrir, además de 350 milímetros de lluvia, el caudal de agua que escurría de La Plata y que por cause natural fluye hacia el río. Y sin embargo, el municipio de Berisso tuvo el buen tino de organizar un operativo de rescate ante las primeras informaciones de tormeta, logró evacuar precautoriamente 2000 vecinos y no tuvo ninguna víctima.

Casi al final de su discurso, Cristina volvió a cargar las tintas al afirmar que “los que más la terminan sufriendo son los vulnerables, lo que mas protección tendrían que tener".

Esta estrategia es compartida por el gobierno provincial, donde acumulan cuentas pendientes con Bruera que pasó de ser sciolista a mariottista a ultrakirchnerista, espacio al que intentaba asumarse cuando lo sorprendió la tormenta.

Ayer por la mañana, en una reunión con su equipo más político, Scioli afirmó implacable: "Después que pase esto vamos a tener que ver qué hacemos con este muchacho".

Impacto en el Municipio

En el reducido grupo de confianza de Bruera sintieron el impacto. Luego de días muy malos, signados por el desafortunado tuit con la foto trucha, antes del discurso de Cristina había algo de tranquilidad en los hombres más cercanos a Bruera por la ayuda finalmente empezó a encausarse hacia los varios y el malestar de los vecinos de la periferia aflojó.

Pero el discurso de la Presidenta y el posicionamiento de los medios kirchneristas directamente pidiendo su renuncia, volvieron a golpearlos bajo la línea de flotación. Saben que Cristina y Scioli intentarán descargar sobre el jefe comunal el costo político de la tragedia. El mensaje que dio hoy la Presidenta fue muy claro: Ella baja a resolver la inoperancia de gobierno municipal.

Y lo más grave para Bruera es que la tragedia le hizo estallar por el aire un giro de acercamiento al kirchnerismo que de por sí venía complicado. La relación con la Casa Rosada terminó d eestallar en el 2009, cuando Néstor Kirchner lo acusó de repartir por lo bajo las boletas de Francisco de Narváez y llevarlo a actos en lugares casi sin gente, para no comprometerse.

En es emomento, Bruera asumió el desafío de Kirchner, ensayó una alianza con Sergio Massa y buscó armar una línea interna en la Provincia con críticos al kirchnerismo, que tuvo su pico más alto con un acto que encabezó en el Luna Park.

Hubo algunos logros menores. Pero la jugada chocó con la muerte del ex presidente y recuperación del gobierno nacional en las encuestas. Desde entonces, desde la Rosada castigaron a Bruera con un destrato que duró casi hasta estos días y cerrando el giro de fondos a la capital provincial, uno de los motivos por el que no se pudieron hacer las obras contra las inundaciones.

Bruera hizo de tripas corazón y comenzó un lento y trabajoso acercamiento a Cristina vía Florencio Randazzo y en 2011 consiguió que Cristina le permitiera presentarse con la boleta del Frente para la Victoria. 

Desde entonces, el jefe comunal caminó en paralelo a los lineamientos de Cristina. Recibiendo gestos desde la Rosada sólo a cuentagotas, administrada por Randazzo, quien llevó a La Plata un tren universitario que se esperaba quede inaugurado el 12 de abril. Además, se comprometió con los fondos para la construcción de una estación Ferroautomotor.

Bruera sentía que su acercamiento era casi definitivo, pero los 350 milímetros que cayeron el 2 de abril terminaron con ese trabajo. Cristina aterrizó al día siguiente en Tolosa y caminó el lugar. El intendente se enteró cuando vio las imágenes por televisión. Ahora es señalado como el responsable de una tragedia cuya paternidad nadie quiere admitir.