El Gobierno quiere descargar en Bruera la culpa por las obras que no se hicieron

En la Casa Rosada eligieron al intendente de La Plata como el culpable de las inundaciones y lo quieren afuera de la municipalidad, algo que comparten en la gobernación bonaerense. El Gobierno quiere reflotar las obras que nunca se hicieron porque cortaron los fondos. El Concejo Deliberante evalúa acciones contra Bruera.
Así como Mauricio Macri es el único culpable de las inundaciones en la ciudad de Buenos Aires, en el Gobierno nacional ahora intentan hacer que Pablo Bruera sea quien asuma el costo político por las inundaciones que dejaron 51 víctimas fatales en la ciudad de La Plata.

El intendente platense ha quedado en el centro de las críticas por una reacción que estuvo lejos de ser la ideal. Por un lado, públicamente ha sido objeto de cuestionamientos de todo tipo por un tuit en el que mintió sobre sus labores de ayuda a los damnificados. Pero en el costado político también le cuestionan una reacción débil y tardía ante la emergencia, y la falta de obras para evitar el desastre.

Sobre este punto la Casa Rosada parece haber centrado su estrategia. Ayer por la noche, la agencia oficial Télam difundió un cable sobre una reunión entre Julio de Vido y Bruera, en la que el ministro de Planificación le “ofreció” un plan de obras para reparar y reacondicionar los miles de hogares afectados por las inundaciones.

La información oficial también habla de que “se dispuso la realización de un estudio conjunto acerca del comportamiento de la cuenca hídrica”. En ese sentido, desde el entorno del ministro indicaron que se realizará una auditoría para determinar porque se frenó el plan de infraestructura hídrica de La Plata.

LPO recordó ayer que la intendencia platense había sido advertida varias veces sobre los riesgos de una gran inundación sino se realizaban una serie de obras. El Departamento de Hidráulica de la Facultad de Ingeniería le entregó en 2007 a Bruera un informe que determinó problemas de desagües en la cuenca del arroyo “El Gato”, donde se produjeron las peores consecuencias de la inundación de esta semana.

Pablo Romanazzi, titular del departamento de hidráulica de la Facultad, le dijo a este medio que “el trabajo lo hicimos entre 2003 y 2007 y el principal diagnóstico fue que la cuenca del arroyo El Gato tenía bajas y problemas de desagües. Por eso planteamos su ensanche desde el puente del ferrocarril hasta la avenida 19. Además de evitar que se siga instalando gente sobre el arroyo”.

La demora de esa obra venía desde antes. En 2005, cuando Julio Alak era intendente, el presupuesto era de apenas 4 millones de dólares pero nunca se hizo. Bruera, que asumió en 2007, tampoco puso el plan en marcha y habilitó un crecimiento fenomenal de la construcción de edificios.

El diario La Nación recordó que en noviembre de 2006 el Gobierno creó un fideicomiso -alimentado con un impuesto a las naftas- destinado a la "mitigación de inundaciones". Ese fondo está a cargo de la Subsecretaría de Recursos Hídricos, que depende de De Vido. Poco se sabe del destino de ese dinero. Según el mencionado diario, el año pasado se desviaron 16 millones de pesos de ese fondo para Tecnópolis.

Todos contra Bruera

En la Casa Rosada señalan a Bruera como el responsable de esa paralización total de las obras. Sin embargo, se sabe que los municipios no cuentan con recursos para realizar este tipo de obras y quien las financia es el Estado nacional.

¿Qué pasó entonces con las obras en La Plata? Algo que se ha hecho habitual: el Ejecutivo le recortó los fondos a Bruera cuando éste comenzó a mostrarse como “díscolo”. El fallecido ex presidente Néstor Kirchner le recriminaba al alcalde platense una supuesta traición en las elecciones de 2009, en la que la boleta de los candidatos de Bruera se repartía “cortada” o acompañada de la de otros candidatos a diputados nacionales.

Luego de las idas y vueltas políticas del jefe comunal platense, la relación con la Rosada se reconstruyó en el último tiempo, aunque la confianza nunca fue total. Pero la catástrofe del martes volvió el tiempo atrás y cerca de Cristina Kirchner coinciden en que lo quieren a Bruera afuera del municipio.

Esta visión es compartida en Buenos Aires, donde la relación con Bruera ya no era buena desde antes. Según supo LPO, el gobernador Daniel Scioli le dijo a sus funcionarios más cercanos que “después vamos a tener que pensar qué hacemos con este chico”. Después de mucho tiempo Nación y Provincia tienen una coincidencia política de peso: Bruera es el chivo expiatorio perfecto para que alguien pague el costo de esta crisis.

El intendente ya avisó ayer que no piensa en dar un paso al costado y desafió a que su gestión sea evaluada en las próximas elecciones, en las que se renovará el 50% del Concejo Deliberante. Como sucedió con Omar Goye en Bariloche -el chivo expiatorio de los saqueos-, ese órgano podría ser el encargado de la ofensiva.

Los concejales de la oposición ya están evaluando los caminos a seguir para intentar juzgar a Bruera. El lunes próximo podría haber novedades sobre un pedido de informes e interpelación al intendente. Sin embargo, algunos ediles van un paso más allá y hacen números para evaluar la posibilidad de un juicio político. El jefe comunal cuenta como propios a 11 de los 24 miembros del Concejo y tiene relativa tranquilidad, más aún teniendo en cuenta que la oposición está sumamente fragmentada.