La esposa de Kunkel

“No tenemos que armar con La Cámpora”

Cristina Fioramonti, jefa del bloque de senadores bonaerenses, reunió en diciembre a miembros de su bancada y les advirtió que había que pensar en el peronismo y no en el cristinismo duro. El diputado la quiere como compañera de fórmula de Julián Domínguez en 2015.
Luego de un año signado por las embestidas de La Cámpora a todo lo que oleara a peronismo tradicional, Cristina Fioramonti, jefa del boque de senadores bonaerenses del kirchnerismo, les anticipó a sus pares que para las elecciones había que volcarse al PJ ortodoxo y dejar de lado otros experimentos de la Casa Rosada.

“Tenemos que volver al peronismo”, dijo Fioramonti en un restaurante de Puerto Madero, ante una decena de senadores que la escuchaba atónita. En los pasillos del Senado varios de ellos dieron por hecho que se trata de una estrategia de Carlos Kunkel.

Y lo ratificaron con las reuniones de intendentes y legisladores de la provincia en Villa Gesell y Santa Teresita, organizadas por Julián Domínguez y monitoreadas de cerca por Kunkel.

Como explicó LPO, el objetivo de esos encuentros fue fortalecer al peronismo bonaerense y dar una imagen de unidad en un año electoral.

Un tiro por elevación a las organizaciones ultraK agrupadas en Unidos y Organizados, como La Cámpora, que en Agosto iniciaron sin mucho éxito una recorrido por el conurbano para plantar bandera.

Los intendentes los ignoraron. Muy por el contrario, aceparon la invitación de Domínguez y Kunkel para iniciar 2013 con una foto junto al mar.

Cristina Kirchner reaccionó y envió a sus camporistas a Mariotto y a Boudou para que planten bandera. El vicepresidente fue el más elocuente: calificó de cobarde a Scioli y desvirtuó la reunión.

Kunkel y Domínguez no sólo comparten la Cámara de Diputados, sino que junto a todos los oriundos de la provincia de Buenos Aires que integran el bloque K tienen una peña que se reúne todos los lunes.

El año pasado invitaron a intendentes del conurbano para escuchar sus inquietudes y hasta se animaron a plantearle la necesidad de reformar la Constitución, aunque sin ahondar en la idea de una reelección de Cristina Kirchner. Fue la siembra para los encuentros de la costa.

Domínguez-Fioramonti, la fórmula

No fue casual que la esposa de Kunkel anticipara la jugada de su esposo. En el Senado creen que el diputado gestionará para que sea compañera de fórmula de Domínguez en 2015.

Los allegados al presidente de la Cámara de Diputados dan por hecho que el dirigente de Chacabuco buscará la gobernación en 2015 tenga o no rival en la interna.

Lo insólito de la postura de Fioramonti es que como jefa de bloque lideró durante el año pasado la embestida cristinista contra el peronismo ortodoxo.

Por su vehemencia, ocho de los miembros de su bloque formaron un subgrupo que se llamó La Juan Domingo y defendió al gobernador de cada embestida del kirchnerismo duro.

“Acá están todos por Cristina”, solía gritar la esposa de Kunkel ante cada queja de sus senadores por la aparición de proyectos que profundizaban la línea dura de la Casa Rosada.

Su última batalla fue en diciembre, cuando, en una actitud inédita, le pidió por carta al vicegobernador Gabriel Mariotto echar del bloque a Eda Ehcosor de Acuña, esposa del intendente de Hurlingham Luis Acuña, por haber criticado la política de transporte de la Nación.

Logró el apoyo de varios pares como el ex rector del Nacional de La Plata Gustavo Oliva, sus coterráneo Emilio López Muntaner y Luciano Martini; el ex intendente de Monte Hermoso Alejandro Di Chiara (cercano a Florencio Randazzo), Jorge Ancona (el Evita, vinculado al Chino Navarro) y Leonor Granados, hermana del intendente de Ezeiza y siempre amigo del presidente de turno. También lo apoyó Patricio García, cercano a Domínguez.

Pero extrañó que no se sumaran las dos representantes duras de La Cámpora, Cecilia Comercio y Marina Moretti. Justo en esos días, Fioramonti les dijo a sus files que olviden a la agrupación de Máximo Kirchner.