Economía
Kicillof furioso porque lo dejaron afuera de negociaciones con empresarios por inflación
No le hicieron un lugar a Augusto Costa, subsecretario de Coordinación Económica y Mejora de la Competitividad, el reemplazante de Moreno que promueve el economista de La Cámpora. Pero su caída libre le quitó un espacio en la mesa donde se discutirán los precios de 2013.
El poder que perdió Axel Kicillof en el Gobierno quedó a las claras ayer, cuando la reunión de Guillermo Moreno con empresarios e industriales por la inflación excluyó a Augusto Costa, el funcionario elegido por el economista todo terreno de la Casa Rosada para tratar esos temas.
Tras un año de ser su funcionario estrella, Cristina Kirchner le quitó poder a Kicillof tras el apagón que azotó a Buenos Aires, justo cuando el secretario de Política Económica había tomado la relación con las empresas eléctricas.
“Todo lo que me prometiste no se cumplió”, le enrostró la presidenta a Kicillof, delante de Moreno, el otro hombre fuerte de la economía.
Ayer su retiro de los círculos de poder de la Casa Rosada fue materializado con la ausencia de Costa, quien estaba preparado para ir a la secretaría de Comercio Interior pero a último momento le pidieron que no se acercara. Según pudo saber LPO, Kicillof reaccionó con furia al enterarse.
Moreno comenzó a trabajar en una mesa con empresarios e industriales que discuta la evolución de precios, pero también estuvieron los sindicatos afines al Gobierno, que reclamaron un aumento del mínimo imponible a ganancias e iniciaron la discusión salarial de 2013.
Costa es parte del círculo que acompañó a Kicillof desde sus tiempos universitarios hasta su valorización como economista K.
De 37 años, integró la agrupación Tontos pero no Tanto (T.N.T), con la que el ahora funcionario intentó desplazar a la Franja Morada del Centro de Estudiantes de Ciencias Económicas, en la UBA.
Lo logró en 2001, pero los radicales se negaron a abandonar sus cargos. Kicillof, Costa y la ahora secretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Cecilia Nahón, formaron parte de ese acto fallido.
Más cerca de esta época, Costa y Kicillof fundaron el Centro de Estudios para el Desarrollo Argentino (Cenda), que llegó a cuestionar las mediciones del Indec digitadas por Moreno.
Ya en el Gobierno intentó esmerilarlo hasta que su líder perdió peso y el secretario de Comercio Interior siguió siendo una pieza clave en el esquema de poder de Cristina Kirchner.
Tras un año de ser su funcionario estrella, Cristina Kirchner le quitó poder a Kicillof tras el apagón que azotó a Buenos Aires, justo cuando el secretario de Política Económica había tomado la relación con las empresas eléctricas.
“Todo lo que me prometiste no se cumplió”, le enrostró la presidenta a Kicillof, delante de Moreno, el otro hombre fuerte de la economía.
Ayer su retiro de los círculos de poder de la Casa Rosada fue materializado con la ausencia de Costa, quien estaba preparado para ir a la secretaría de Comercio Interior pero a último momento le pidieron que no se acercara. Según pudo saber LPO, Kicillof reaccionó con furia al enterarse.
Moreno comenzó a trabajar en una mesa con empresarios e industriales que discuta la evolución de precios, pero también estuvieron los sindicatos afines al Gobierno, que reclamaron un aumento del mínimo imponible a ganancias e iniciaron la discusión salarial de 2013.
Costa es parte del círculo que acompañó a Kicillof desde sus tiempos universitarios hasta su valorización como economista K.
De 37 años, integró la agrupación Tontos pero no Tanto (T.N.T), con la que el ahora funcionario intentó desplazar a la Franja Morada del Centro de Estudiantes de Ciencias Económicas, en la UBA.
Lo logró en 2001, pero los radicales se negaron a abandonar sus cargos. Kicillof, Costa y la ahora secretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Cecilia Nahón, formaron parte de ese acto fallido.
Más cerca de esta época, Costa y Kicillof fundaron el Centro de Estudios para el Desarrollo Argentino (Cenda), que llegó a cuestionar las mediciones del Indec digitadas por Moreno.
Ya en el Gobierno intentó esmerilarlo hasta que su líder perdió peso y el secretario de Comercio Interior siguió siendo una pieza clave en el esquema de poder de Cristina Kirchner.