La alianza de Cristina y Pérez contra la promoción industrial agita la pelea con gobernadores

El gobernador mendocino está convencido de que sus gestiones casi secretas en la Casa Rosada darán buen resultado y el polémico sistema tras 33 años será eliminado. Espera, así, quedar en la historia. La furia de las provincias vecinas, en aumento. 
El gobierno de Paco Pérez podría, el 1 de enero próximo, anotarse el logro más importante que una gestión provincial pudiera desear. Ese día, si no sucede nada raro, el polémico régimen de Promoción Industrial –por el cual el Estado nacional subsidia nmerosos beneficios para industrias que se instalen en las provincias de San Juan, San Luis, La Rioja y Catamarca–, pasará a ser un mal recuerdo para Mendoza. Su dirigencia, desde que se implementó el régimen, en 1979 –plena dictadura–, viene objetando por considerarlo un arma desleal en la competencia con las provincias vecinas y algunas cercanas.

Si bien desde el Gobierno provincial las fuentes consultadas se hacen poco menos que las desentendidas respecto al tema, Pérez fue el encargado de blanquear que un gestión política está en marcha, y no sólo eso, sino también a punto de ser exitosa.

Los numerosos viajes a Buenos Aires, la presencia casi permanente de Paco Pérez en cada salón para cada acto más o menos importante de Cristina Kirchner, su alineamiento casi sin fisuras, tiene su explicación. Según colaboradores del gobernador, la decisión de no prorrogar el sistema de Promoción Industrial está tomada desde hace meses. Pero no se ha publicitado con la intención de no despertar la furia de los gobernadores de las provincias promocionadas, puntualmente José Luis Rioja, de igual o mejor llegada que Paco Pérez al despacho principal de Balcarce 50.

Una nota de Ámbito Financiero publicada el lunes apuró los tiempos. Fue el mismo gobernador quien, al ver que el tema volvía a la cresta de la ola informativa, debió referirse a él. Y confirmó las negociaciones en proceso y, a su vez, el optimismo que tiene respecto de la eliminación definitiva de la Promoción Industrial.

En el esteño departamento de La Paz, en el límite con San Luis, Paco Pérez lanzó: “Después de 33 años, se terminó la Promoción Industrial discriminatoria”. La frase, escueta, denota varias cosas: primero la seguridad de que la presidenta ya tiene la decisión tomada de no prorrogar el régimen; que sus viajes a Buenos Aires no eran sólo para aparecer en la foto; que la Promoción, que la dictadura primero y luego todos los gobierno constitucionales, incluyendo el de Néstor Kirchner y el primero de CFK, fue sostenida a pesar de los desbarajustes fiscales, productivos y de PBG que generaban a la región, sobre todo en detrimento de Mendoza, afuera desde el vamos por considerarse una provincia “rica” en comparación de sus vecinas y cercadas más pequeñas, o “pobres”.

“La decisión de terminar con la norma se produjo por voluntad de la presidenta Cristina Kirchner”, completó el mandatario, en La Paz, como se dijo, departamento lindante con San Luis, y uno de los que más mendocinos ha visto partir a tierras de los Rodríguez Saá para trabajar en algunas de las empresas radicadas allí gracias a los beneficios de la Promoción.

El frente político que se está incubando en las provincias promocionadas –con el sindicalismo picando en punta- parece ser menos importante para el Gobierno nacional que el costo fiscal del sistema, calculado en unos 8.000 millones de pesos al año. Afirman los delegados de la CGT en San Juan, San Luis, Catamarca y La Rioja, que la eliminación de la Promoción Industrial –si no se ratifica la entrada en vigencia del decreto 699/10-, “haría peligrar miles de puestos de trabajo”. Asimismo, indicaron que si no hay noticias de prórroga –sería por otros 15 años-, el 17 de diciembre comenzarán con un plan de lucha coordinado, para presionar a la Casa Rosada.

Desde Mendoza, más allá de la expectativa oficial, hay quienes dudan. Por un lado los radicales, muy cautos a la hora de opinar, pero advirtiendo siempre que “hay que esperar”, según indicó públicamente el diputado nacional y ex ministro de Hacienda de la Provincia Enrique Vaquié. Aquí se pone de manifiesto la especulación política, ya que, de concretarse el logro de Pérez, será un duro golpe para la UCR, dividida y golpeada, de cara a las elecciones de medio término.

Por su parte, productores del Sur provincial, que interpusieron un comentado amparo para frenar el decreto 699, se esperanzan con que pase el tiempo hasta el 31 de diciembre “sin novedades”.

Más allá de la intrincada historia, Paco Pérez espera la llegada del 2013 con un as, no tan escondido, en la manga. Si finalmente se confirma que el régimen no se extenderá, podrá vanagloriarse de haber logrado lo que ni Felipe Llaver (UCR), José Bordón (PJ), Rodolfo Gabrielli (PJ), Arturo Lafalla (PJ), Roberto Iglesias (UCR), Julios Cobos (primero UCR luego radical K), Celso Jaque (PJ), lograron en casi 34 años de peleas, negociaciones, enfretamientos y mucho rencor acumulado entre Mendoza y las provincias vecinas y cercanas.