Un paro con dispar acatamiento que pegó fuerte en Capital

La medida de fuerza convocada por la CGT de Hugo Moyano y la CTA de Pablo Micheli tuvo un acatamiento dispar entre los gremios, pero se hizo sentir en los distintos barrios de la Ciudad. De los subterráneos, sólo la Línea B no funcionó. En trenes, pararon el Mitre, Belgrano, el Roca y el Sarmiento. Los colectivos funcionaron en su mayoría, pero con dificultades por los piquetes.
El paro convocado por la CGT de Hugo Moyano y la CTA de Pablo Micheli tuvo un acatamiento dispar pero se hizo sentir fuerte en la Capital, sobre todo en el transporte público y en el tránsito. Aunque no logró una adhesión total, los trenes estuvieron parados casi en su totalidad. En el interior, en ciudades como Rosario, el paró no se sintió.

En los subterráneos, sólo la Línea B no funcionó por decisión de la asamblea de delegados que comanda Claudio Dellecarbonara. La Línea A paró pocas horas a la mañana y a las 7:45 el servicio restableció totalmente. El premetro tuvo un corte de vías que generó la interrupción y resto de las líneas funcionó normalmente, aunque de manera sobrecargada.

Acaso los dos ferrocarriles con mayores caudales de usuarios, el Sarmiento y los tres ramales del Mitre, no funcionaron. En el caso de los trenes también hubo disidencias: mientras desde La Fraternidad (gremio de los conductores de locomotoras) se negaron a plegarse a la protesta, los delegados rebeldes de la Unión Ferroviaria, comandados por Rubén "El Pollo" Sobrero, decidieron cortar vías del Belgrano y el Roca para hacer sentir el paro.

Así se encargaron de hacerlo saber las autoridades del Sarmiento, quienes hasta remarcaron a través de un comunicado de prensa desde qué sector ideológico se tomó la decisión: "Se informa que el servicio Once-Moreno no funciona porque un grupo de más de 200 personas, pertenecientes a sectores de izquierda, impiden la salida de los trenes en los depósitos de Castelar".

Más difícil fue hacer la medición del nivel de adhesión en el caso de los colectivos. La Unión Tranviarios Automotores, que comanda Roberto Fernández -alineado con los gremios de Omar Viviani, hoy en la CGT oficialista- anunció que no pararían.

La mayoría de los colectivos que circulan sin cruzar de la Ciudad a la Provincia, o en sentido inverso, lo hicieron sin mayores problemas. Pero quienes quisieron ingresar o salir de la Capital no pudieron hacerlo por los múltiples piquetes en los principales accesos.

Además, algunos delegados de la línea 60 se sumaron a la medida de fuerza. Las líneas 1, 13, 93, 166, 182, 203 y 216 también se expresaron en el mismo sentido.

Las estaciones de servicio no trabajaron durante todo el día. Tampoco los recolectores de residuos, que hicieron sentir su decisión en varios barrios, sobre todo en el centro porteño: en casi todas las esquinas se observaron montañas de bolsas de basura.

Los técnicos aeronáuticos que conduce Ricardo Cirielli -también alineado al moyanismo- se sumaron a la protesta: no hubo vuelos de cabotaje en el Aeroparque y las autoridades de Aerolíneas Argentinas admitieron problemas durante todo el día. Es que los pilotos de Pérez Tamayo responden al líder camionero.

Los principales piquetes se encuentran en el Puente Pueyrredón, en la autopista Panamericana, la Richieri y la Illia. También en la General Paz, en el Acceso Oeste; y en el centro porteño hay cortes en Callao y Córdoba.

Los bancarios pararon en su totalidad. Los comerciantes, así como los gastronómicos, tuvieron un acatamiento parcial. Los judiciales de Julio Piumato también pararon y dejaron una postal de inusitada tranquilidad en Tribunales.

En la provincia de Buenos Aires, los estatales de ATE, los docentes de la FEB y Udocba, y el gremio de estaciones de servicio se plegaron en su totalidad. 

"Con Néstor Kirchner había respuestas. Ahora, no solamente no hay respuestas del Gobierno, hay ninguneo y amenazas", aseguró esta mañana Moyano para justificar la convocatoria, en la que se exigió el aumento del mínimo no imponible de ganancias, las jubilaciones y el salario básico, entre otras demandas.