La pelea por la Auditoría porteña podría complicar el acuerdo del PRO con los K

La fiscalía general de la Ciudad emitió un dictamen para que el Tribunal Superior haga lugar a un reclamo de Proyecto Sur por el que el Frente para la Victoria podría perder una de las 3 bancas que tiene en el organismo de control. Pero en el macrismo no quieren hacer caer el nuevo acuerdo de intercambio de leyes y piensan en congelar el procedimiento.
Pese a que el PRO y el kirchnerismo se repartieron hace casi un año los cargos en la Auditoría General de la Ciudad, un fallo de la fiscalía general amenaza con complicar los acuerdos que se vienen en la Legislatura porteña entre ambos partidos.

Los legisladores de Proyecto Sur denunciaron ese acuerdo porque consideraron que por la relación de bancas que había en el momento de la votación de los candidatos para los 7 puestos de la auditoría, al kirchnerismo no le correspondían los 3 lugares que obtuvo.

La fuerza de Pino Solanas objetó el reparto que se dividió en 3 bancas para el PRO, 3 para el Frente para la Victoria y una para la Coalición Cívica, pese a que en el momento de la votación Proyecto Sur contaba con más legisladores que el bloque del Frente para la Victoria, el de Aníbal Ibarra y Nuevo Encuentro, que se unieron en un interbloque para obtener más lugares.

El dictamen de la Fiscalía establece que “debe ser dejada sin efecto la designación de uno de los Auditores vocales postulados por la alianza que formaron los bloques Encuentro Popular para la Victoria, Frente Progresista y Popular, Peronista, Nuevo Encuentro y Solidaridad e Igualdad, correspondiendo ese lugar a uno de los candidatos de Proyecto Sur”.

Es decir, que de acuerdo al dictamen, por el que se pidió la intervención del Tribunal Superior de Justicia, el Frente para la Victoria tendría que resignar a uno de sus tres auditores para que el ex legislador Macerlo Parrilli o Pablo Sanseverino (el otro candidato de Proyecto Sur) ingresen al organismo de control.

Acuerdo en peligro

Como pudo saber LPO, el fiscal general de la Ciudad, el macrista Germán Garavano, estuvo afuera del país por lo que mandó al fiscal general adjunto, Luis Cevasco, a que pusiera la firma en el dictamen.

Garavano arrastra un enfrentamiento con el presidente del Consejo de la Magistratura, el kirchnerista Juan Manuel Olmos, que fue uno de los artífices del acuerdo entre el macrismo y el kirchnerismo para repartir los cargos de la Auditoría a fines del año pasado.

Pese a esto, Garavano no quiso ser quien estampara la firma, acaso porque el dictamen también podría perjudicar al macrismo.

Es que si el Tribunal Superior avanza con la denuncia de Proyecto Sur, todos los fallos posibles del máximo tribunal porteño le podrían traer dolores de cabeza al PRO.

Si el Tribunal resuelve que el kirchnerismo debe resignar una de las 3 auditorías generales con las que cuenta, podría embarrarse el acuerdo que está renaciendo entre el PRO y los K para intercambiar leyes antes de fin de año, tal como explicó LPO.

Por otro lado, si el Tribunal entiende cómo válido que el interbloque K tenga 3 auditores y pone la mira en la Coalición Cívica (que al momento de la votación tenía 6 legisladores contra 7 de Proyecto Sur), el PRO podría perder la mayoría que hoy tiene en la Auditoría. A los tres auditores del PRO se suma Paula Oliveto, de la Coalición, que juega con el macrismo. La mayoría actual le garantiza al PRO que no salgan informes de la gestión desde hace años.

En tanto que si el Tribunal define voltear todo el proceso de elección de auditores, nadie en la Legislatura se anima a decir cómo puede terminar el reparto final. Ni siquiera el PRO tendría garantizados los tres auditores con los que cuenta actualmente.

Por estas razones en el PRO, donde se esperanzan con que el Tribunal Superior no le dará la razón a Proyecto Sur, están pensando en congelar de alguna manera el procedimiento hasta que pase el trajín de fin de año.