Santa Fe: Lamberto admitió que investigan al nuevo jefe policial por enriquecimiento ilícito

El ministro de Seguridad se reunió a puertas cerradas con diputados y senadores de todos los bloques para dar explicaciones sobre la detención del ex jefe de policía, acusado por narcotráfico. Dijo que las sospechas dependerán de la justicia y que el Gobierno no hará ninguna denuncia. "Pueda hacer la gente; y sino, las cosas no están tan claras", se defendió.
El ministro de Seguridad de Santa Fe, Raúl Lamberto, aportó confusión a la trama que sacude a la provincia, por la acusación y detención del ex jefe de policía, Hugo Tognoli, tras conocerse escuchas que lo involucran al narcotráfico.

Tanto, que admitió que su sucesor, Cristian Solá, lleva sobre sus espaldas una causa por enriquecimiento ilícito.

Lamberto fue recibido por diputados y senadores de todos los bloques en la oficina de la presidencia de la Cámara baja, a cargo de Luis Rubeo, cercano a Agustín Rossi.

La reunión fue un traje a medida para el gobierno de Antonio Bonfatti: a puertas cerradas, con taquígrafos pero sin prensa. Y sirvió para postergar la sesión que estaba pautada para la tarde, en la que iba a ingresar un pedido de interpelación a Lamberto, presentado por el peronista Pablo Di Bert.

El ministro de Seguridad contó en 40 minutos su corta gestión, que empezó en junio cuando a reemplazó a Leandro Corti, quien había admitido vínculos entre la policía y el narcotráfico.

Pero el caos llegó el viernes cuando la versión rosarina del diario Página 12 publicó una investigación de la Policía de Seguridad Aeroportuaria que detallaba contactos entre Tognoli y narcotraficantes de Rosario.

Varias de ellas fueron de antes de diciembre, cuando era jefe de drogas peligrosas de la zona norte.

“Fue nombrado porque tenía un buen desempeño”, dijo, sin tapujos, Lamberto, cuando le consultaron las causas de su designación.

“¿Hay una línea de investigación del Ministerio, paralela a la de la PSA?”, consultó el diputado Mario Lacava, del bloque Santa Fe en Movimiento. “No”, respondió seco Lamberto.

Consultado sobre las causas dijo que tiene “otro estilo”, que consiste en que la gente haga la denuncia ante la justicia y el organismo de control, que sería la dirección de Asuntos Internos del Ministerio. “Y no lo hacen es porque las cosas no están tan claras”, se excusó.

El Ministerio de Seguridad tiene 40 funcionarios y tras la detención de Tognoli, Lamberto, un ex diputado sin antecedentes en el tema, realizó una infinidad de enroques entre funcionarios para dar un mensaje.

Pero el organigrama, tal como quedó, deja tranquilo a pocos. Tanto, que Lamberto admitió que Cristian Solá enfrenta una causa por enriquecimiento ilícito, tanto en Asuntos Internos como la justicia ordinaria.

El nuevo jefe de la fuerza viene no sólo de ser subjefe sino también de tener a cargo el área de prevención de drogas, concedida por el propio Lamberto.

Por si fuera poco, el nuevo secretario de Seguridad, Matías Drivet, estuvo a cargo de Asuntos Internos, o sea, de cajonear las denuncias sobre los policías que destapó la PSA.

Acorralado, Lamberto intentó dejar claro que el Gobierno reconoce la problemática al tomar el tema del narcotráfico pero no se animó a responsabilizar al Gobierno nacional, que controla la justicia federal, que interviene en drogas.

Menos quiso hablar sobre las denuncias del diputado bonaerense Marcelo Sain, ligado a Martín Sabbatella. “Lo tiene la justicia”, se desligó. La reunión terminó a las 13, a tres horas de comenzar. Y dejó más preguntas que respuestas.