Sigue la protesta y en el gabinete culpan a Garré y Kicillof por la crisis

El pase de facturas en el gabinete nacional crece al compas del enojo de Cristina Kirchner. Esta noche la solución del conflicto con Gendarmería y Prefectura se demoraba. Nilda Garré y Axel Kicillof son los mas cuestionados. El regreso de la vieja guardia nestorista.
El regreso anticipado de Cristina Kirchner de Perú esta tarde no aplacó la creciente interna que se vive en el gabinete nacional ante las dificultades para encauzar la protesta de gendarmes y prefectos a la que se sumó un sector de la Armada.

En el gabinete se cruzan los reproches bajo la tensión intensa que produce en cualquier gobierno tener a las fuerzas de seguridad en situación de rebeldía objetiva. Esta madrugada los flamantes jefes de Gendarmería y Prefectura -Enrique Zach y Luis Heiler- intentaban llegar a un acuerdo con los manifestantes, que ahora no sólo exigen que se les restituyan sus sueldos previos al brutal ajuste, sino que además exigen un básico en blanco de $ 7.000, el compromiso de que no habrá castigos y todo esto respaldado por una norma.

El nivel de interna que vive el gabinete quedó en evidencia este mediodía cuando el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, cuestionó en términos durísimos -"injusta y desastroza"- la aplicación del decreto 1307 de la Presiednta que venía a cumplir con un fallo de la Corte Suprema que ordenaba terminar con el sistema de subas no retributivas, un mecanismo que usa el Estado para aumentar sueldos, pero eludiendo aportes.

En el gobierno señalan principalmente al viceministro de Economía Axel Kicillof, como el ideólogo de este ajuste disfrazado, que terminó metiendo a la Casa Rosada en una de las crisis institucionales más severas en los 10 años del kirchnerismo en el poder.

Incluso, cuando avanzó con este esquema Kicillof habría mantenido una muy dura discusión con el secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezoa, un nestorista de la primera hora que había caído en desgracia ante el avance del joven economista.

La otra gran responsable -para sectores del gabinete- del estallido de la crisis es la ministra de Seguridad, Nilda Garre. 

"Hubo un mal diseño del reacomodamiento salarial y una pésima gestiónd e la negociación salarial y del conflicto", reconocieron a LPO fuentes oficiales. De hecho, las reciminaciones no apuntan tanto al secretario de Seguridad, Sergio Berni, quien se metió al inicio del conflicto y luego pasó a un discreto segundo plano.

Como sea, en la Casa Rosada comentaban el notable enojo de CRistina por los desmanejos y su correspondiente predisposición a escuchar a integrantes d ela vieja guardia nestorista, como el presidente del Banco Nación, Ricardo Fábrega, que como Pezoa venía sufriendo un sutil marginamiento.