Provincia: Cuestionan a una de las empresas de la licitación del agua
El diputado provincial de Coalición Cívica, Oscar Negrelli, apuntó contra la empresa Mekorot que participa en la licitación por la construcción de una Planta Potabilizadora. Mostró un informe de Amnistía Internacional que sostiene que la compañía "utiliza el agua como arma de guerra contra los palestinos".
Desde la Coalición Cívica en la provincia de Buenos Aires apuntaron sobre la empresa Mekorot que participa de la licitación por la construcción de una Planta Potabilizadora de agua para la ciudad de La Plata. Durante la sesión de ayer, el diputado provincial Oscar Negrelli advirtió que la compañía posee una denuncia por violación a los derechos humanos por parte de Amnistía Internacional y aseguró que, “a pesar que el proceso licitatorio no terminó, la empresa Israelí indica que desde el año 2009 gana utilidades en nuestro país”.
El legislador de la Coalición argumentó ayer un pedido de informes por el cual requiere precisiones sobre si el Ejecutivo realizó una evaluación del proyecto para determinar la conveniencia de la inversión. Negrelli apuntó a los antecedentes de la firma y expresó que “se trata de una empresa que posee un historial poco agradable”.
Según detalló, un informe de Amnistía Internacional de más de 200 páginas, realizado en base a trabajos efectuados por el Banco Mundial, asegura que la empresa está acusada de violar los derechos humanos.
En este sentido señala que “al monopolizar la provisión de agua en toda esa región, utiliza ese recurso vital cómo arma dentro un conflicto religioso. Esto consiste en un proceso discriminatorio, donde de un promedio de consumo humano de 100 litros de agua por día, los palestinos sólo pueden consumir 40. Mientras los israelíes llegan hasta 500 litros diarios”.
Formalmente, el proceso licitatorio comenzó en abril con la apertura de las ofertas técnicas. A fines de julio se abrieron las propuestas económicas de las dos empresas interesadas en la construcción.
Se trata de una UTE, conformada por las empresas 5 de Septiembre S.A., Tahal Consulting Engineers LTD, Thal Group B.V, Mekorot Development & Enterprise LTD, Eleprint S.A. y MAKO S.A, por un lado. Y la Constructora Odebrech S.A. por el otro.
Negrelli aseguró que “la licitación fue hecha a medida para Mekorot” y consideró que “en término de calidad de agua, están por debajo de los estándares que determina el código alimentario argentino. Hablan de agua corriente para consumo humano y no de agua potable”.
El legislador de la Coalición argumentó ayer un pedido de informes por el cual requiere precisiones sobre si el Ejecutivo realizó una evaluación del proyecto para determinar la conveniencia de la inversión. Negrelli apuntó a los antecedentes de la firma y expresó que “se trata de una empresa que posee un historial poco agradable”.
Según detalló, un informe de Amnistía Internacional de más de 200 páginas, realizado en base a trabajos efectuados por el Banco Mundial, asegura que la empresa está acusada de violar los derechos humanos.
En este sentido señala que “al monopolizar la provisión de agua en toda esa región, utiliza ese recurso vital cómo arma dentro un conflicto religioso. Esto consiste en un proceso discriminatorio, donde de un promedio de consumo humano de 100 litros de agua por día, los palestinos sólo pueden consumir 40. Mientras los israelíes llegan hasta 500 litros diarios”.
Formalmente, el proceso licitatorio comenzó en abril con la apertura de las ofertas técnicas. A fines de julio se abrieron las propuestas económicas de las dos empresas interesadas en la construcción.
Se trata de una UTE, conformada por las empresas 5 de Septiembre S.A., Tahal Consulting Engineers LTD, Thal Group B.V, Mekorot Development & Enterprise LTD, Eleprint S.A. y MAKO S.A, por un lado. Y la Constructora Odebrech S.A. por el otro.
Negrelli aseguró que “la licitación fue hecha a medida para Mekorot” y consideró que “en término de calidad de agua, están por debajo de los estándares que determina el código alimentario argentino. Hablan de agua corriente para consumo humano y no de agua potable”.