El kirchnerismo consiguió dictamen para sacarle los fondos al Banco Ciudad

Lo presentó la diputada Diana Conti y propone que los depósitos de la justicia porteña sólo se hagan en el Banco Nación. Es el dinero que usa la entidad para los créditos hipotecarios. La oposición y Yoma lo rechazaron. El gremio se expresó en contra con una marcha y le pedirá a cada diputado que no firme.
El kirchnerismo tiene todo listo para tratar el proyecto para traspasar al Banco Nación los fondos originados en los expedientes de la justicia con asiento en Capital Federal, ya sea ordinaria como Federal, que desde 1965 se hacen en el Ciudad.

En un plenario de Comisiones de Justicia y Finanzas, la autora Diana Conti emitió su dictamen que tendría el apoyo de la mayoría de los miembros de su bloque, aunque tendrán 24 horas para poner su firma.

En ese lapso, contemplado en el reglamento, recibirán una fuerte presión de los empleados del Ciudad para no sumarse, lo que no impediría que la semana próxima pueda ser considerado en el recinto.

Sergio Palazzo, referente gremial de los empleados del Banco, lideró una manifestación en contra del proyecto frente al edificio anexo y anunció que llamará a cada diputado en las próximas horas.

El proyecto señala que “los depósitos judiciales de los tribunales nacionales y federales en todo el país se efectuarán en el Banco de la Nación Argentina".

Y propone la derogación de la ley 16.869, de 1965 y que establece que esos depósitos deben realizarse en Banco Municipal de la Ciudad. Con los cambios propuestos, el dinero que pasaría al Nación sería el de cualquier expediente que se abra.

El texto original pretendía trasladar el flujo de dinero que reside en el Banco por depósitos judiciales, pero ante la presión de los gremios Conti lo modificó y optó porque sólo se pasen al Nación los fondos de los nuevos expedientes, no sólo de la justicia federal sino también de la ordinaria.

Conti no logró consenso en todo su bloque: Jorge Yoma, presidente de la Comisión de justicia se opuso basándose en el artículo 81 de la Constitución nacional, que impide repetir el tratamiento de proyectos desechados en el año en curso.

También presentaron dictámenes Alfonso Prat Gay, de la Coalición Cívica, en rechazo pero con propuestas de modificación; el Pro y Margarita Stolbizer, de pleno repudio a la iniciativa de Conti. Los radicales se tomarán todo el día para ver qué hacen.

“El proyecto no tiene ninguna razonabilidad, ni razones ni legitimidad. Y altera las fuentes y las condiciones de muchos trabajadores de la Ciudad que el Banco maneja hace 50 años”, se lamentó Stolbizer tras el plenario de comisiones, que contó con la exposición de Jorge Rizzo, presidente del Colegio de Abogados porteño, quien despotricó la medida.

Conti la defendió: “Esta ley va a ser usada como excusa para privatizar el Banco Ciudad”, aseguró y retomó un análisis del diputado Carlos Heller, de Nuevo Encuentro, para afirmar que “un importante porcentaje de la masa dineraria que maneja el Banco a grandes empresas que ni siquiera tienen asiente en la Ciudad”.

El presidente de la Comisión de Finanzas, que parecía no estar tan a tono con la iniciativa, la defendió a rajatabla: “No se entiende porqué el proyecto querría perjudicar a (Mauricio) Macri si el Banco Ciudad no puede prestarle plata al Gobierno porteño”, disparó.

Respondió Federico Sturzenegger, presidente del Banco: “Heller sabe perfectamente que los créditos hipotecarios a 20 años sólo se fundamentan con los depósitos judiciales”.

Federico Pinedo, jefe del bloque del Pro, sostuvo que "el oficialismo busca con toda claridad agredir a Macri" y advirtió que si se aprueba el proyecto del FPV "va a ser declarado inconstitucional rápidamente por la Corte".

El kirchnerismo ni siquiera logró el acompañamiento del sector progresista de la Ciudad que suele denostar a Macri. Liliana Parada, de  Unidad Popular (partido de Claudio Lozano) e integrante del FAP presentó un proyecto elaborado junto a los empleados del Banco ycalificó de "vergonzante" e indigno "de una democracia" la iniciativa oficial.

"Es un capricho para la corona. No puedo entender que un gobierno que se dice nacional y popular no piense en los trabajadores, en la angustia que padecen ante la posibilidad de perder su empleo", se indignó.