La caída de la ley tributaria, un duro golpe también para Mariotto

El vicegobernador perdió prestigio político por el fracaso de la ley tributaria, una iniciativa que intentó monopolizar desde el Senado bonaerense. En la Casa Rosada y en la oposición que no dio quórum, lo culpan de haber provocado la protesta chacarera. La revalorización de Balestrini.
La llegada de Cristina Kirchner de su viaje a Angola podría no ser del todo bienvenida por Gabriel Mariotto, vicegobernador por orden de la jefa de Estado con la misión de controlar de cerca a Daniel Scioli.

La primera misión de peso que tuvo el promotor de la ley de Medios le trajo un costo político que la presidenta hubiera preferido evitar: en dos semanas, chacareros bonaerenses coparon las inmediaciones de la Legislatura bonaerense, se trompearon con militantes de La Cámpora y lograron frenar la ley tributaria que aumentaba el revalúo de sus campos.

Semejante periplo, trasmitido en vivo por televisión, reforzó la hipótesis de un sector de la Casa Rosada sobre el error que fue enviar a Mariotto a La Plata. “Es un soldado y necesitábamos un general que le ponga política a las medidas”, susurran, mientras extrañan a Alberto Balestrini.

El fracaso de la ley tributaria alteró los ánimos de Cristina, de viaje al país africano. Cuando los diputados oficialistas negociaban cambios con el FAP para reenviar la ley al Senado, el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, viajó a La Plata a pedirle al jefe de Gabinete, Alberto Pérez, que diera marcha atrás y dispusiera los revaluos por decreto. No lo logró.

La urgencia pudo haberse evitado. La ley estaba lista para ser sancionada la semana pasada tras ser aprobada en el Senado con ayuda del bloque radical, que prestó el quórum para su tratamiento.

Cuando Diputados se aprestaba a sesionar, un grupo de chacareros ingresó por una de las puertas laterales de la Legislatura, sin protección policial por decisión de Mariotto, que luego imitó el presidente de la Cámara baja, Horacio González, monitoreado desde cerca por José Ottavis, referente de La Cámpora.

Según relatan a LPO empleados y funcionarios de La Cámara, lo insólito del incidente fue que se podía haber evitado con un simple vallado afuera del palacio, como el que los protegió en sesiones mucho más calientes como las que redujeron salarios de estatales o emitieron los patacones, con miles de personas circulando por el centro de La Plata.

Mariotto recién reparó de ese detalle esta semana, cuando sí permitió que los agentes policiales rodearan las inmediaciones de la Legislatura.

Ya era tarde. Los disturbios no hicieron más que entorpecer la sesión: el bloque radical de Diputados, conducido por Ricardo Jano, desistió de aportar el quórum cuando ya se había comprometido a bajar al recinto. “Cuando hicimos las reuniones en el Senado Jano había llegado a un acuerdo. Todo cambió ahí”, confesó a LPO un diputado cercano a Daniel Scioli.

A la UCR le interesaba la ley por el dinero que le reportaba a las intendencias que todavía controlan, ya sea mediante coparticipación directa como por el endeudamiento que se emite para las comunas.

Hasta el PRO peronismo estaba dispuesto a ayudar, por presión de los intendentes Jorge Macri (Vicente López) y Jesús Cariglino (Malvinas Argentinas). Antes de que chacareros y militantes k se golpearan en el ingreso del edificio, voceros y los propios diputados de esas bancadas

Antes de Mariotto

Por motivos similares el radicalismo apoyó la anterior reforma tributaria de Scioli en 2008 y la mayoría de las implementadas en las últimas dos décadas por los gobiernos peronistas.

No fue el caso esta vez. “No vamos a quedar presos de la interna entre Scioli y Mariotto”, señaló Jano. Se refería a las declaraciones que el vicegobernador hizo el martes en el programa de Alejandro Fantino.

Dijo, sin vueltas, que había negociado con la UCR en el Senado el pedido de informes sobre publicidad oficial aprobado por la mayoría del bloque oficialista, a excepción de los siete encuadrado en la “Juan Domingo”, la línea interna que se abrió en protesta de los desplantes de Mariotto y terminó sirviendo de contrapeso para Scioli.

El propio jefe del bloque radical, Carlos Fernández, valoró esa negociación en una entrevista brindada al sitio oficial del Senado. “Fue una sesión movida donde se trataron temas importantes con un profundo debate; como creo que tienen que ser las sesiones en el Senado”, señaló.

Pero no fue la declaración de Mariotto que más ruido hizo, a sólo horas de la sesión de Diputados prevista para sancionar la reforma tributaria, le dijo al conductor de “Animales Sueltos” que “es posible” que antes en el Senado las leyes se acordaban con “una valija”.

No todos los senadores que ocupaban una banca hasta diciembre se fueron a sus casas. Patricio García, senador desde 1997, es nada menos que vicejefe del bloque del Frente para la Victoria.

Descartados los radicales, sólo quedaba el camino del Fap pero con concesiones que no estaban dispuestos a hacer en la Casa Rosda, donde el plan B fue bloquear la sesión y presionar a Scioli a que resolviera todo por decreto. No lo consiguieron.

La reacción de Cristina es motivo de especulaciones en los circuitos kirchneristas, donde especulan con una orden al vicegobernador para que baje el perfil.

Puertas adentro, a Mariotto no le faltan problemas. La jefa de bloque, Cristina Fioramonti, esposa de Carlos Kunkel, comenzó a buscar ayuda para comprender cuestiones reglamentarias, ante las torpezas del secretario legislativo, Luis Alberto Calderaro.

Al Secretario Administrativo, Juan Manuel Pignocco, no le va mejor: por inconsistencias en el contrato de limpieza la empresa que ganó la licitación no cumplió funciones y tuvo que apelar al personal de planta, pagándole horas extras. Y las leyes que quiere el Gobierno, tampoco se sancionan.