El Gobierno no tendrá problemas en sancionar la ley para nacionalizar YPF

Con propios y aliados, el oficialismo reúne la mayoría de cada Cámara, pero aspira a lograr un consenso mayor. La UCR presentará dictámenes propios y el FAP debate si hace lo mismo o acompaña en general. Con Kicillof, De Vido y Cameron, mañana comienza el debate en el Senado y a mediados de mayo podría ser ley. La bicameral de trámite legislativo tratará la intervención transitoria.
Con sólidas mayorías propias en ambas Cámaras, el kirchnerismo no tendrá problemas en sancionar la ley para nacionalizar el 50.01% de las acciones de YPF, que comenzará a tratarse mañana con un plenario de comisiones en el Senado, donde la semana próxima se enviaría a Diputados.

Desde diciembre, el Frente para la Victoria-PJ maneja con holgura ambas Cámaras. Posee 33 senadores y propios y 5 aliados en el Senado, sobre un total de 72; y un bloque de 116 con una veintena de socios en Diputados, donde el recinto tiene 257 bancas.

Pero en las votaciones suelen engrosar esos números con aliados dispersos y superar los 40 y 140 votos respectivamente. Aunque mañana lo debatirá en el Comité, la UCR ya avisó que no aportará a ese número porque presentará dictámenes propios en cada Cámara.

En el Senado, donde se tratará primero, el bloque radical de 17 miembros, que representa la primera minoría, viene debatiendo sobre este tema con visitas de expertos en energía como Jorge Lapeña y Daniel Montamat.

El martes pasado, cuando la nacionalización parecía cuestión de horas, coincidieron en que lo mejor era un dictamen propio que responsabilizara al Gobierno por la falta de inversión energética, pero no llegaron a un acuerdo sobre si debía incluir el traspaso de acciones.

Sí acordaron plantear que de nada sirve expropiar si no se garantizan las inversiones que provocaron desabastecimiento. “El Gobierno tiene una mirada reduccionista del problema energético. Piensa que a partir de ahora se soluciona el problema de la noche a la mañana”, dijo el titular del bloque Luis Naidenoff.

Naidenoff expresó su bronca por la premura con la que se tratará el proyecto, que justamente les impide definir sobre su punto más emblemático. “Es irrespetuoso comenzar a discutir mañana”, se lamentó.

El debate de la UCR pasará más por ver como comunicará su posición para represalias de unos y otros, sobre todo luego que Cristina Kirchner recordar que Hipólito Yrigoyen fue nada menos que el creador de YPF. “El martes trabajamos sobre tres o cuatro planteos para anunciar. Pero será difícil”, reconocen en la bancada.

En Diputados el bloque iría por el mismo carril, según adelantó Juan Tunessi, secretario general de la bancada.

“Nos oponemos a incautar YPF, hacen falta reglas de juego claras, política exploratoria y alentar inversiones para extraer recursos existentes. La caída de reservas y de producción de petróleo y gas es sistemática, lo que prueba la mala política del gobierno, con YPF buscan un chivo expiatorio”, señaló.

Los peronistas díscolos, con 7 senadores y 23 diputados, suelen definir las posturas a último momento pero por lo general se oponen siempre a las propuestas del Gobierno. Esta vez puede ser la excepción, porque algunos de los miembros de provincias petroleras no podrían quedarse sin discurso ante sus territorios.  Lo mismo hace la Coalición Cívica, con 6 diputados y 1 senadores, casi sin antecedentes de votar proyectos del Ejecutivo.

Comienzo del debate

Mañana está convocado un plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales; de Presupuesto y Hacienda; y de Minería, Energía y Combustibles, a las que fue girado el proyecto.

La idea, anunciaron en el Senado, es que se debata durante tres días y el jueves se emita dictamen, lo que permitiría tratarlo el jueves de la semana próxima.

Un trámite veloz en Diputados, donde un dictamen puede ir de inmediato al recinto si así lo requiere la mayoría del cuerpo mediante una sesión especial, permitiría que la ley llegue a mediados de mayo.

Tal vez enterado de que el anuncio sería este mediodía, el Frente Amplio Progresista (FAP) programó reuniones para esta misma tarde con el objetivo de acordar una postura entre los interbloques de 22 diputados y los 4 senadores.

Las primeras expresiones dan cuenta de una coincidencia en celebrar la nacionalización pero reparos en la implementación. El debate, otra vez, será si esa postura se plasma en un dictamen propio o en una aprobación en general con objeciones en particular.

El socialismo, que tuvo al gobernador de Santa Fe Antonio Bonfatti entre los invitados al anuncio, expresó su simpatía con la medida, aunque se diferenció al reclamar la creación de una empresa estatal, algo que la propia presidenta desestimó de plano.

“Es el camino de la recuperación de una herramienta central para la regulación de los mercados de hidrocarburos: una empresa petrolera estatal”, dijo el senador Giustiniani.

Por twitter, el diputado Ricardo Cuccovillo, celebró “la posibilidad de recuperación de nuestra soberanía hidrocarburíferas. La cual jamás se tendría que haber entregado”.

Abrió así el lugar para las chicanas que llegarán al recinto, respecto a la actuación del Partido Justicialista como impulsor de la privatización que ahora cuestionan desde la misma fuerza.

La única voz opositora llegó desde el Pro. “Daremos nuestra opinión sobre YPF cuando terminemos de analizar el discurso CFK. Evaluamos un daño grave e implicancias penales”, sostuvo el jefe del bloque de diputados, Federico Pinedo.

Decreto a la bicameral

La bicameral de trámite legislativo deberá considerar en los próximos diez días el decreto de intervención transitoria de YPF anunciado por Cristina y ya en la secretaría parlamentaria de ambas Cámaras.

El kirchnerismo tampoco tendrá problemas. Domina la bicameral, que preside Jorge Landau, y enviará el o los dictámenes que obtengan a ambas Cámaras. Sólo si las dos lo rechazan el decreto caería, algo impensado con las actuales composiciones.

La Constitución establece que mientras ese trámite está en curso el decreto rige normalmente, artilugio que le permitió al Gobierno gobernador por esa vía con la Cámara de Diputados en contra.