Ciccone

¿Montenegro se juntó con Boudou por instrucción de Righi?

El año pasado el ex Procurador le habría pedido al ministro porteño que se reuniera con su "amigo", el ahora vicepresidente, para conversar sobre una causa que sigue abierta por compra de bonos en su paso por la Anses. Los paseos en Harley y las tardes de golf en Palermo.
Luego de la conferencia de prensa de Amado Boudou en la que el vicepresidente cargó contra el estudio de abogados del ahora ex procurador General de la Nación, Esteban Righi, el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, tuvo que salir a aclarar que su esposa María José Labat, integrante del mismo buffet, "no participó en ningún delito".

Es que Boudou dijo que "dos abogadas" del estudio Righi -una habría sido la mujer de Montenegro- le ofrecieron “aceitar” la relación con los jueces federales para solucionar las causas que el vicepresidente tiene en Comodoro Py, una de ellas de su paso por la Anses.

Fuentes porteñas confirmaron a LPO que Montenegro estaría viviendo momentos de gran tensión, porque teme que Boudou avance un poco más y revele un supuesto encuentro que tuvieron el año pasado para hablar de este delicado asunto.

Como pudo saber LPO, en el período comprendido entre las primarias de agosto del año pasado y las elecciones generales de octubre, una vez que la llegada de Boudou a la vicepresidencia era prácticamente un hecho, Righi le habría pedido a Montenegro que se reuniera con el entonces ministro de Economía.

"Anda a hablar con tu amigo así resolvemos este tema de las causas antes que asuma como vice", habría sido la indicación, según comentan en el entorno del vicepresidente.

En rigor, la causa que más preocupa a Boudou no es la de Ciccone sino la que arrasta de su paso por la Anses, cuando el organismo previsional realizaoó una compra millonaria de bonos que no cotizaban en bolsa, operatoria prohibida. Se trata de una denuncia presentada por el diputado Claudio Lozano que involucra principalmente al Banco Macro de Jorge Brito, conocido en el mercado como el principal "sponsor" del vicepresidente y del ministro de Economía, Herán Lorenzino.

Envalentonado por los resultados de las primarias y su nuevo rol preponderante en el “modelo” de Cristina Kirchner, Boudou habría recibido a Montenegro pero según las fuentes rechazó sus advertencias con invocaciones al proceso revolucionario que estaba liderando. "¿Qué te pasa? Aca no hay cámara es conmigo que estás hablando", habría contestado el ministro porteño, según las fuentes.

Viejas amistades

El lazo de amistad que une a Boudou con Montenegro se remonta a varios años atrás, desde la infancia marplatenses de ambos funcionarios.

El padre de Montenegro pertenecía a la Marina, el mismo círculo de amistades del entorno ucedeísta de Boudou. Los mejores amigos de Boudou pertenecen a la derecha marplatense que tuvo como mentor al procesista Mario Russak, de fuertes vínculos con esa fuerza.

De hecho el padre de uno de los hombres más cercanos a Boudou, Juan Guiñazú, fue un buzo táctico durante la dictadura militar y está preso por crímenes de lesa humanidad.

La amistad de Boudou y Montenegro se trasladó luego a la Ciudad de Buenos Aires. El vicepresidente y el ministro solían jugar juntos en un club de Golf de Palermo.

También compartían la pasión por las motos y solían pasear con sus respectivas Harley Davidson por Puerto Madero.

De hecho, en el PRO muchos recuerdan a Montenegro lamentar años atrás que "Amado" no haya aceptado su propuesta de pasarse al macrismo, poco antes que lo nombraran director ejecutivo de la Anses.

Mientras que la amistad de Montenegro con Righi es conocida. No sólo su mujer integra el estudio del ex procurados, sino que el ministro macrista antes fue juez federal y siempre tuvo excelentes vínculos con los hombres del kirchnerismo con injerencia en el mundo judicial.

Esos contactos levantaron las suspicacias y el enojo del propio Macri cuando en medio del escándalo de la causa por el espionaje porteño, Montenegro fue beneficiado por el juez kirchnerista Norberto Oyarbide de toda responsabilidad por los delitos cometidos por subordinados suyos, mientras el jefe de Gobierno siguió –y sigue- procesado. De hecho, fue el estudio Righi a través del eficaz  Fabián Musso -uno de sus socios- el que defendió al ministro macrista y logró su sobreseimiento.