El presidente de Angola, el “peronista” que deslumbró a Moreno

El secretario de Comercio defiende a capa y espada al particular mandatario de la nación africana. "No jodan con Dos Santos, es un compañero", se lo escuchó decir entre los empresarios que viajaron a Angola. Sus intentos para plotear el avión con leyendas contra Clarín y La Nación y su visión sobre sus compañeros de Gabinete. 
José Eduardo dos Santos gobierna Angola desde 1979 y lo seguirá siendo por un tiempo más, dado que la reforma constitucional de 2010 eliminó el voto directo en las elecciones presidenciales. Desde hace dos años, el presidente es elegido por mayoría parlamentaria, donde el Movimiento Popular para la Liberación de Angola, el partido oficialista, ostenta una abrumadora mayoría. Dicha reforma tampoco fue votada por los angoleños sino que fue diseñada por una comisión de 60 diputados y negociada en el Parlamento.


Dos Santos fue uno de los principales dirigentes de la resistencia que logró la independencia de Portugal cinco años antes de su llegada al poder y, claro está, maneja el país de una forma muy particular. En esta nación del sur africano, que recién comenzó un proceso de paz efectivo a partir de 2002, existe lo que se denomina “capitalismo de Estado”, donde todas las empresas responden a Sonangola, la empresa madre con capital 50 por ciento del estado. Una de las principales empresarias del país es Isabel Dos Santos, hija del presidente.

Con este particular mandatario se las verán los empresarios argentinos que partieron hoy en misión comercial con la idea de establecer negocios con sus pares angoleños. Un mandatario que para el secretario de Comercio Guillermo Moreno, es “un peronista” más.

“No jodan con Dos Santos que es un compañero”, se lo escucha decir ante empresarios y funcionarios cuando se larga a comentar los beneficios que traerá la expedición y compara el método económico estatal del angoleño con los primeros pasos del General Perón.

Amén de su admiración por Dos Santos, Moreno también se ocupó de los últimos detalles de la misión. Por caso, intentó que el charter rumbo a Luanda sea ploteado con las leyendas “Clarín Miente” y “La Nación oligarca”, pero la empresa dueña del avión que trasladará a la comitiva se negó. Moreno no se resignó y logró negociar que el interior de la nave sea decorado con afiches con la misma inscripción y hasta designó a una persona para esa diligencia.

Igualmente, algunos empresarios mostraron algunos enojos menores para con el Secretario, como por ejemplo la disposición de las habitaciones en el hotel alquilado para la misión. Sucede que muchos de los viajantes ya saben que tendrán que compartir habitaciones en un hotel de dudosa categoría. Por esa razón, no viajan mujeres en la comitiva.

El frente interno en el Gabinete

Más allá de las anécdotas, el que está preocupado es el ministro de Planificación, Julio de Vido. Está claro que Moreno viaja a Angola, segundo productor petrolero de África, con el objetivo de paliar el déficit energético del país. No en vano, Cristina dijo durante la apertura de sesiones ordinarias que “si no fuera por el aumento de importaciones de combustibles, la balanza superavitaria hubiera llegado a 15 mil millones de dólares”.

Además, Moreno tiene por delante un objetivo mayor. Recrear por un lado la Confederación General Económica (CGE) y por el otro la nada sencilla tarea de disolver a la UIA y a la Sociedad Rural. Para ello cuenta con el empresario y ex menemista Carlos Spadone –que viaja a Angola- y con el titular de la Sociedad Rural de la localidad cordobesa de Morteros, Ider Peretti, que durante el velatorio del ex presidente Néstor Kirchner hizo emocionar a Cristina por las alabanzas a su marido.

Enterada de la titánica tarea, la Presidenta no dudó en aplicarle un freno: “Le pido por favor que no me meta en más líos”, fue el ruego. “Señora, usted cualquier cosa diga que son cosas de Moreno”, ofertó el Secretario.

Moreno también mantiene una especial visión sobre el los miembros del Gabinete. Sin embargo, fuentes del oficialismo le contaron a LPO que “es notable cómo Moreno se mete en temas puntuales de gestión pero no busca el poder”. “No intenta colocar a su gente, no busca cargos, no hay problemas con De Vido”, sostuvieron.

Así, del titular de Planificación y de Mercedes Marcó del Pont opina que son “desarrollistas”, todo lo contrario de Amado Boudou y Hernán Lorenzino a quienes considera “liberales”. Sobre Débora Giorgi, a quien llama “Georgina,” opina que es desarrollista o liberal “depende de con quien hable”.