La mujer del dueño de Ciccone denunció que su marido es “testaferro de Boudou”

Laura Muñoz, la mujer de Alejandro Vanderbroele, el supuesto dueño de Ciccone Calcografica, denunció que su marido es "el testaferro de Boudou". La Política Online anticipó en su momento que el vicepresidente y el banquero Jorge Brito estaban detrás del misterioso fondo "The Old Found" que se quedó con la planta impresora que ahora pretende imprimir billetes.
El debut de Jorge Lanata en radio Mitre vino con un plato fuerte. La mujer del abogado Alejandro Vanderbroele afirmó en una entrevista con el periodista que su marido es “el testaferro de Boudou”. Relató que su marido conoce al vicepresidente de la juventud en Mar del Plata y junto al lobbysta Nuñez Carmona participó de la toma de control de la plata impresora de papeles de alta seguridad Ciccone Calcográfica.


En su explosiva y articulada declaración, Laura Muñoz, relató que cuando ella empezó a contar las negociaciones de su marido con Boudou, su marido la amenazó de muerte, con hacerla pasar por loca y meterla en un manicomio, le ofreció dinero para que se calle y contó que incluso la amenazaron e ingresaron a su casa.

Muñoz relató a lanata y el periodista Nicolás Wiñazky que su marido se reunía con el lobbysta Nuñez Carmona en el bar Liber Liber y allí avanzaban en la toma de control de Ciccone. “Mi marido es testaferro de Boudou, es parte del gobierno, incluso estaba por armar una consultora con Nuñez Carmona para que le pasen temas del gobierno”.

Vanderbroele fue expuesto por una investigación de La Política Online, cuando reveló que este desconocido abogado apareció como titular de un misterioso fondo “The Old Fund” radicado en un paraíso fiscal y con un capital mínimo, que sin embargo se quedó con la planta de última generación de Ciccone Calcográfica –valuada en varios millones de dólares.

En su momento este portal rebeló que en el mercado se hablada de la presencia de Boudou y del titular del Banco Macro, Jorge Brito, detrás de la captura de esta estratégica planta, que se concretó luego que la AFIP mandara a la quiebra a sus dueños originales y se lograra expulsar a Boldt que había logrado que el juez de la quiebra se las diera en alquiler.

La operación formaría parte de un plan más ambicioso que incluye la impresión de billetes de curso legal, en parte instrumentada a través de la aquiescencia de la flamante titular de la Casa de la Moneda, katya Daura, una funcionaria que llegó a ese cargo de la mano del vicepresidente.

Como rebeló LPO hace semanas, Daura envió una delegación de 15 inspectores a la planta de Ciccone para que le certifiquen si está en condiciones de imprimir billetes.

Este plan se topó con un inconveniente imprevisto, la enorme desconfianza de Máximo Kirchner hacia Boudou y Brito. Inconveniente al que ahora se le suma la aparición de la ex mujer de Vanderbroele, que con todas las letras dijo que su marido “jamás se hubiera podido comprar Ciccone”.

La mujer rebeló además que su marido y la familia de Boudo son amigos desde hace años, que todos son “muy de derecha” y se burlaban del vicepresidente porque “tenía que cantar la marcha peronista”. Pero su marido le explicó que por motivos económicos le convenía hacer a un lado su inclinación política, ya que ahora podría volverse rico hasta niveles “impensados”.