Por qué fracasó el acuerdo con el Club de París

El ministro de Economía, Hernán Lorenzino, había conseguido un principio de acuerdo con el Club de París: la Argentina debía pagar 4.000 millones de dólares en efectivo, que inmediatamente regresarían al país mediante un crédito de ese mismo organismo. Pero en medio de la crisis europea, la propuesta finalmente fracasó. Cuáles eran los beneficios y qué costo debe pagar el país por este paso en falso.
La designación de Hernan Lorenzino al frente del ministerio de Economía fue entendida por muchos como una señal hacia los mercados: la Argentina continuaría con el rumbo económico de los últimos años, y seguiría conversando con los principales organismos de crédito para regularizar la situación con sus acreedores.

El sucesor de Amado Boudou es reconocido por su labor en las negociaciones con dichos organismos, sobre todo con el Club de París, un tema que lleva años sin avances y que preocupa al Gobierno en medio de la crisis internacional, pues
bloquea su salida a los mercados de capitales a tasas razonables.

Lorenzino venía trabajando en el tema, y había llegado a un principio de acuerdo: la Argentina pagaría 4.000 millones de dólares -de un total de 9.000 millones- en un sólo pago y en efectivo, pero que automáticamente volverían a las arcas del Gobierno vía crédito de ese mismo organismo.

Así, los dos obtendrían un beneficio inmediato. El Gobierno de Cristina Kirchner comenzaría a regularizar su situación con el Club de París sin un impacto directo en sus cuentas públicas, especialmente sobre las reservas del Banco Central -fondos que viene utilizando para cumplir con los vencimientos, frente a la caída de la balanza fiscal y comercial-. Para el país sería una suerte de renegociación de los plazos y las tasas.

Para el Club de París también era beneficioso, porque aunque no obtendría el dinero en ese momento, comenzaría -diez años después del default- a cobrarlo en cuotas y con nuevos intereses por el crédito renovado. "Técnicamente, era una suerte de asiento contable: el dinera salía y volvía a ingresar automáticamente. Pero los beneficios, sin dudas eran mutuos", explicó una fuente del mercado a LPO.

Las mismas fuentes explicaron que en las últimas semanas, con el constante deterioro de la situación europea, los términos de este acuerdo habrían sido rechazados por los representantes del Club de París, quienes ya le habrían comunicado la decisión a Lorenzino. "Argumentan que no están en condiciones de prestar ese dinero, que en realidad deberían cobrar", sería la explicación.

Pero, ¿cuáles son los beneficios que pierde la Argentina ante esta negativa? ¿Cuál es el costo de este nuevo paso en falso con el Club de París? Todos los economistas descuentan que un anuncio de acuerdo con este poderoso organismo se reflejaría inmediatamente en una baja de no menos de 200 puntos en el Riesgo País, la medida que se utiliza para establecer las tasas de interés en el mercado de capitales.

Dicho de otro modo: el acuerdo representaría nada menos que una baja en la tasa de interés que pasaría a un dígito, de 10% al 8%, para cuando el país decida salir al mercado de crédito. Un cambio nada de despreciable, si se tiene en cuenta la situación -cada día- más estrecha de las cuentas públicas.

Se podrá decir que una tasa del 8% todavía está muy lejana del 3,5% que obtuvo Brasil hace dos semanas, pero representa una mejora sustancial para un país que aún paga las consecuencias de haber entrado en default. Otro beneficio que pierde es el acceso a los créditos de fomento que todavía ofrecen los países de Europa.