"La renuncia al subsidio fue un éxito"

El ministro de Planificación, Julio De Vico, elogió las 22 mil adhesiones de renuncia a los subsidios, pese a que revelan un nivel menor al esperado. "Creamos un espacio en el que los ciudadanos expresan si necesitan el subsidio".
Al ministro de Planificación, Julio de Vido, no le gustó que Clarín haya destacado en su edición de ayer que sólo 21.842 usuarios renunciaron voluntariamente a los subsidios, una cifra que ni siquiera alcanza los 35.000 funcionarios jerárquicos del Poder Ejecutivo. “El multimedio Clarín es tan perverso que cuestiona una actitud positiva de la gente, para que fracasen nuestras políticas”, lanzó ayer el ministro en un comunicado.

La nota en cuestión destacaba el bajo nivel de adhesión que logró la quita de subsidios a los servicios de gas, luz y agua. Sin embargo, para el funcionario "la política sin duda ha sido un éxito porque antes teníamos una sola renuncia y ahora son más de 22.000, con lo cual creamos un espacio que antes no existía en el que los ciudadanos pueden expresar de manera libre y de acuerdo a su conciencia si necesitan ser subsidiados o no".

"El artículo despliega un océano de inexactitudes que nada tienen que ver con la realidad", indicó De Vido, aunque no dio precisiones sobre la relación entre la cantidad de renuncias voluntarias y la dotación de funcionarios políticos que revistan en el Gobierno.

Recordó que “la renuncia voluntaria surgió a partir de la inquietud de un ciudadano que envió una carta a AYSA indicando que no quería recibir más aportes estatales para que esos recursos se destinaran a los que menos tienen”.

Añadió que “los otros mecanismos están avanzando sin inconvenientes; ya se quitaron subsidios a más de 200 mil usuarios de alto poder adquisitivo y se comenzaron a enviar las primeras declaraciones juradas a algunas zonas de la ciudad de Buenos Aires y el norte del conurbano”, por lo que “todo avanza de acuerdo a lo previsto”.

“Estas actitudes abiertamente opositoras del multimedio Clarín les hacen perder toda credibilidad; está claro que su objetivo es destruir a la política para erigirse en una suerte de Estado dentro del Estado con sus propias normas y jueces, ajenos a lo que la mayoría expresa en las urnas”, concluyó Julio de Vido.