Absa: Negocios y promesas detrás de la crisis de agua potable en la Provincia

 Los problemas con el suministro de agua potable que sufren vecinos de La Plata y Bahía Blanca esconden negocios y viejas promesas de obras por parte del gobierno provincial y Aguas Bonaerenses. Desde la empresa Absa aseguran que quienes se quejan no son usuarios del servicio y en consecuencia no tienen responsabilidad alguna.
A pesar que las lluvias y las bajas de la temperatura, los problemas con el servicio de agua potable volvieron a poner en jaque a varios puntos de la provincia. La Plata y Bahía Blanca fueron quizás los distritos más afectados y los vecinos apuntan a la empresa responsable: Aguas Bonaerenses (Absa).

En la capital provincial la solución no llegó para los barrios de la periferia. Los Hornos, San Carlos, Tolosa y Melchor Romero, volvieron a verse afectados aunque a diferencia de ayer, esta vez no existieron protestas.

La respuesta de la empresa es, cuanto menos, polémica. “Hemos identificado que en realidad quienes se quejan no son usuarios del servicio, son personas que se manifestaron para solicitar la provisión de agua”, aseguró el vocero, Luis Manzur, al canal QM Noticias.

El funcionario aseguró además que los reclamos no son “directamente a la empresa, sino a distintos entes”. Además puntualizó que “Absa puede responder en por el servicio que le presta a sus usuarios que están dentro de la red del área de cobertura, el resto de los reclamos no son nuestra responsabilidad”. La Política Online intentó dialogar con Manzur pero amablemente alegó problemas personales y prefirió no hacer declaraciones.

Según trascendió, en algunos distritos con problemas en el servicio el malestar con la empresa crece con los meses. La queja es unánime: Piden las obras eternamente anunciadas.

El presidente de Absa, el abogado Guillermo Scarcella es un hombre de extrema confianza del gobernador Daniel Scioli, pero ya cosechó reproches por parte de los jefes comunales.

En La Plata, el municipio propuso días atrás una audiencia entre la empresa y los vecinos de distintos puntos de la ciudad. Sin embargo, ningún directivo de Absa se hizo presente. Por estos días, el intendente interino Javier Pacharotti intenta convencer a Scarcella para mantener un encuentro, pero el funcionario provincial rechaza cualquier tipo de exposición pública. Según trascendió, ese encuentro podría realizarse el viernes en el ministerio de Infraestructura.

Hoy, el titular de esa cartera, Alejandro Arlía, anunció que la próxima semana estarán instaladas tres cisternas fijas en los barrios más afectados del gran La Plata y una cañería de impulsión en el Barrio Aeropuerto. Se trata, según el ministro, de plan de contigencia del servicio de agua potable durante el período estival.

Estas resoluciones se llevaron a cabo en una nueva reunión de la Mesa del Agua, un dispositivo que reúne a un conjunto de organismos vinculados con el agua. Allí, Arlía explicó además que Absa implementará la provisión de agua a través de cisternas fijas y móviles en puntos estratégicos de la región.

La situación en Bahía Blanca es crítica desde hace algunos años y no necesariamente en tiempos de sequía y altas temperaturas. La falta de lluvias de la última década trajo consigo la seca del dique Paso las Piedras, un recurso primario para el abastecimiento de agua potable para los bahienses.

Con las recientes temperaturas, la Provincia y la comuna dispusieron que por el momento se deje de utilizar esa reserva y comenzó a llevar agua a la cuidad proveniente del arroyo Maldonado. Sin embargo, los problemas no tardaron en aparecer.

Respecto de los problemas de última hora en esa ciudad del sur de la Provincia, Absa explicó que se dañó un acueducto en Villa Duprat cuando un vecino quiso hacer una conexión a la red cloacal. Además informó que se averió un acueducto en Araucanos y Humboldt que afecta el suministro en los barrios Viajantes del Sur y UOM.

Obras prometidas

Tanto La Plata como Bahía Blanca tienen obras eternamente prometidas. En la capital provincial mucho se ha hablado de un planta potabilizadora que reemplace a la Donato Gerardi, ubicada en Ensenada y construida hace más de 50 años.

Scioli encabezó el año pasado una misión comercial a Israel con el objetivo de avanzar en una nueva planta que demandaría inversión de US$ 150 millones. Según comunicó en su momento la gobernación bonaerense la empresa interesada es Mekorot Water Company, una compañía de capital público nacional de agua que provee el 90% del agua potable de Israel.

Detrás del negocio estuvo el propio Scarcella con el Sindicato de Obras Sanitarias que controla varios sectores de la empresa. De hecho, Absa es una empresa cuyo paquete accionario está conformado por el Estado provincial (90%) y los trabajadores nucleados en el sindicato (10%).

Como publicó La Política Online en noviembre de 2010, hay datos curiosos en la relación entre Mekorot Water Company y Absa (es decir, Scarcella). El representante de la empresa israelí en Argentina es Marcelo Salinas, asesor de Armando Canosa, quien fuera secretario de Transporte del ex presidente Carlos Menem.

Salinas es socio del estudio Salomoni, Caellia, Salinas y Asociados y está casado con la vedette María Eugenia Ritó.

Pero las coincidencias no quedan ahí. Fuentes de Absa sostienen que Salinas también es asesor de la empresa bonaerense y que familiares de Ritó trabajan en las oficinas de la capital provincial.

El acueducto Río Colorado

En Bahía Blanca, los vecinos esperan por el inicio de las obras del acueducto Río Colorado-Bahía Blanca, que permitirá llevar agua del Río Colorado a Bahía Blanca, Médanos, Buratovich, Pedro Luro y toda la región sur. El proyecto fue anunciado en marzo del año pasado, pero aún se está negociando la forma de financiamiento.

Se estima que la obra tendrá un costo final de $1.000 millones e incluye una estación de toma que absorbería 1.000 litros de agua cruda por segundo para bombearla a una planta potabilizadora ubicada a 500 metros aproximadamente de distancia, en las afueras del distrito. Según estiman en el gobierno provincial, el acueducto solucionaría la demanda de agua potable a Bahía Blanca durante los próximos 50 años.

La obra es parte de un programa integral que prevé la ejecución de otros dos grandes proyectos: El acueducto del Noroeste que llevará agua del río Paraná al noroeste de la Provincia y el acueducto de Cintura, un anillado desde Tigre hasta La Plata llevando agua superficial al Conurbano.