Henn: "Es imposible que Barletta exprese la renovación si acordó con Morales, Sanz y Rozas"

El vicegobernador de Santa Fe, Jorge Henn, aseguró que el nuevo titular de la UCR, Mario Barletta, surgió a partir de un "acuerdo de reparto" de cargos y que no encarnará un proceso de renovación. En diálogo con LPO, consideró que "los autores intelectuales de la alianza entre Alfonsín y De Narváez parecen no haber tomado nota de lo que pasó en octubre". Y manifestó que la alianza con el socialismo está intacta.
Tras el fracaso electoral de octubre, la Unión Cívica Radical inició un conflictivo proceso de renovación de sus autoridades, que concluyó el pasado viernes con la designación de Mario Barletta nuevo líder del partido. La selección del ex intendentes de Santa Fe fue posible por un acuerdo entre los distintos sectores de poder, y fue apoyado tanto por su antecesor Ernesto Sanz como por el alfonsinismo, que en la previa contaba con la mayoría de los delegados. Pero no todos adhirieron a este acuerdo. En diálogo con La Política Online, el vicegobernador de Santa Fe, Jorge Henn, objetó la decisión.

Usted se opuso a la designación de Mario Barletta como presidente de la UCR. ¿Por qué?

Soy delegado por Santa Fe, pero llamativamente no pude votar. Acreditaron al delegado suplente en mi lugar, porque llegué unos minutos tarde. Y cuando pedí la palabra, no me la dieron. Pero no quiero ponerme en el centro de la discusión. Mi idea no era oponerme a una candidaduta, sino explicar que la UCR no puede dar la imagen de un club de barrio de la nostalgia. Para mí hoy el partido se conviertió en eso.

¿Por qué?

Porque la UCR debe definir un perfil ideológico con contenido político, y dejar de ser una asociación de jugadores de ajedrez. No es un problema puntual con Mario Barletta. Sucede que es imposible que él exprese un perfil renovador y objete el estado actual del partido si realizó un acuerdo con Morales, Sanz y Rozas. Los autores intelectuales de la alianza entre Ricardo Alfonsín y Francisco De Narváez parecen no haber tomado nota de lo que pasó en octubre, no haber asumido la derrota electoral.

¿El problema es que no hubo una autocrítica profunda?

Absolutamente. No hay una autocrítica. Siempre hay que mirar para adelante, es cierto. Pero uno tiene que partir de un diagnóstico. Y la situación actual obliga a recuperar el perfil social-demócrata que impulsó Raúl Alfonsín, con valores de República, con mucho contenido político. Desde entonces, el partido ha estado pendulando ideológicamente. Y ahora parece que nada pasó. Insisto: no es un problema con Barletta, sino con un acuerdo de reparto de cargos. Fue un acuerdo a espaldas de la sociedad.

Usted pone en duda que la actual conducción pueda llevar adelante una renovación. ¿La convocatoria a Carrió y López Murphy le da la razón?

Si me tocara ocupar el liderazgo de la UCR, lo primero que haría sería convocar a intelectuales y militantes con una enorme formación política, en lugar de volver a reunirnos con López Murphy. Eso no quiere decir que no le tenga respeto a algunos dirigentes. Pero el partido necesita construir una coherencia.

¿La elección de Barletta impacta de algún modo en la alianza del radicalismo y socialismo en Santa Fe?

De ninguna manera. El Frente Progresista Cívico y Social en Santa Fe está muy solido, y comienza a caminar hacia mayores grados de institucionalizción, con agendas y gabinetes integrados. Mi responsabilidad como vicegobernador es darle mayor sustentabilidad política. Por supuesto, siempre las decisiones las toma el gobernador. Pero la demostración del avance en esta integración son los tres ministros radicales en el gabinete. No hay ningún peligro de que esto nos afecte.

¿Acompañó la propuesta de Fayad, de constituir una comisión colegiada hasta que se reforme la carta orgánica para que la elección sea directa?

Sí. Esa comisión colegiada sería la encargada de la discusión de fondo, para volver a generar una pertenencia. Lo que deben entender algunos jugadores de ajedrez es que lo que genera pertenecia partidaria son los valores, las ideas, las miradas políticas. Por eso Raul Alfonsin marcó una pertenencia en su momento. A partir de los \'90, con el vaciamiento de la discusión política, todos se convirtieron en punteros territoriales y se instalaron los acuerdos de repartos. Nosotros vamos a seguir intentando darle visibilidad a otra forma de reconstruir el radicalismo.