Cristina advierte a los industriales: "el proteccionismo no será eterno"

Fue durante el acto de reinauguración de la fábrica de electrónicos Newsan en Tierra del Fuego. Allí marcó un límite a la política de cierre a las importaciones: "las excesivas medidas de protección tornan no competitivas a las empresas", afirmó. Además, volció a criticar a los gremios aeronáuticos por el conflicto de Aerolíneas.
Cristina Kirchner trazó hoy un impensado límite a la política de cierre de importaciones que instrumentan Débora Giorgi y Guillermo Moreno y lo hizo nada menos que durante la reinaguración de la fábrica de electrónicos Newsan en Tierra del Fuego.

Acaso transitando un pensamiento de raíz desarrollista, Cristina instó a "identificar en qué parte de los eslabones (productivos) podemos tornarnos buenos y competitivos, para integrarnos" ya que, advirtió, "las medidas de defensa del trabajo nacional no pueden ser eternas; las excesivas medidas de protección tornan no competitivas a las empresas".

Y anticipándose a críticas internas, cuestionó los "planteos pretendidamente ultradefensores de valores por los cuales todos estamos de acuerdo, que terminan siendo funcionales a intereses que poco tienen que ver con el país y perjudican a los sectores más vulnerables".

Además, subrayó que su gestión seguirá adelante "con una de las políticas más fuertes de este gobierno, que es sostener la demanda agregada", en lo que pareció una respuesta a las demandas para que enfríe la economía un poco para combatir la inflación.

"De nada sirve producir productos si no hay argentinos que tengan pesos en sus bolsillos para comprarlos", razonó.

La pelea por Aerolíneas

Luego, como era previsible, tuvo una elíptica referencia al conflicto con los gremios aeronáuticos por Aerolíneas. "Los dirigentes sindicales deben comprender que no hay mejor manera de defender el modelo que cuidar las fuentes de trabajo".

"Les pido a todos los argentinos que tengamos la inmensa responsabilidad de defender inteligentemente lo que hemos logrado, que no significa no hablar, no negociar ni debatir", dijo.

Para luego advertir: "No me gustan las sociedades de mudos pero tampoco las de tontos que repiten cosas que no tienen que ver con la realidad y terminan frustrando procesos virtuosos en lo económico, en lo político y en lo social".