Aerolíneas: Cirielli le responde a Cristina con un nuevo paro

El personal técnico aeronáutico, encabezado por Ricardo Cirielli, lleva adelante un nuevo "paro encubierto" que generó grandes demoras en la salida de los vuelos de Aeroparque. Sucede en medio de la guerra entre Mariano Recalde y los sindicatos. El titular de Aerolíneas Argentinas fue recibido por Juan Manuel Abal Medina, en un tibio gesto de apoyo.
Una nueva jornada de demoras en los vuelos de Aeroparque ponen de manifiesto la guerra abierta entre los sindicatos y la conducción de Aerolíneas Argentinas. Porque a pesar de que la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) informó que los problemas se debían a la presencia de ceniza volcánica en el espacio aéreo metropolitano, lo cierto es que los retrasos fueron causados por un nuevo "paro encubierto" de los controladores, que son manejados por Ricardo Cirielli.

Así lo denunció la cúpula de Aerolíneas Argentinas y Austral, que a través de un comunicado, responsabilizaron al titular de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA) por "los perjuicios e inconvenientes que ocasionan a los pasajeros los vuelos demorados y/o cancelados, convirtiendo a estos nuevamente en rehenes de sus medidas de fuerza".

El conflicto viene creciendo en las últimas semanas. Ciriellu denuncio Recalde porque más de 90% de las inversiones que se había comprometido a realizar hace 18 meses para mejorar las condiciones de mantenimiento de sus aviones siguen sin concretarse.

A sus cuestionamientos se sumó el titular del sindicato de Pilotos, Jorge Pérez Tamayo, quien aseguró que Recarle no estaba capacitado conducir la compañía e incluso lo comparó con Marsans. Este cruce nació por la decisión de avanzar con una renovación de la flota, que incluía un cambio de los Boeing 747/400 por naves más nuevas.

"Su equipo de gestión no sólo no ha hecho nada para recuperar los destinos internacionales perdidos tras décadas de desidia, sino que ahora ha anunciado la desprogramación de la flota Boeing 747/400. Pareciera mentira que desprogramen aviones: no necesitamos reemplazar aviones, necesitamos sumar aviones", acusó Pérez Tamayo.

La respuesta de Recalde fue durísima: lo acusó de "extorsionador". Y otro vocero del joven camporista calificó a los gremialistas de "parásitos prebendedarios".

Cuando estalló la guerra, la Presidenta terminó de enfurecerse con los gremios, a quienes les envía mensajes desde hace meses. En la Casa Rosada dicen que ya "le bajó el pulgar a Cirielli y a Pérez Tamayo". No está claro que implica eso, sobre todo porque Cirielli es muy cercano a De Vido.

Recalde, en cambio, recibió un apoyo tibió. No fue recibido por Julio De Vido ni por Juan Pablo Schiavi. Fue Juan Manuel Abal Medina el encargado de intermediar entre el titular de Aerolíneas y la Presidenta. Por el momento, la Rosada lo apoyaría, aunque algunos cuestionan su gestión en términos políticos: lejos de divir el frente sindical que tantos problemas genera, termino uniendo a dos gremios históricamente enfrentados, como el de Pérez Tamayo y Cirielli.

Por el momento, solamente el pequeño gremio de UALA (pilotos de Austral) están en línea con las decisiones de Recalde. A diferencia de Pérez Tamayo, ellos resaltan las inversiones realizadas y la renovación de la flota: Austral pasó de tener 14 a 30 aviones, de los cuales 20 fueron comprados en el útimo año.