Con la complicidad de la oposición, el PRO avanza con la Dubai de Costanera Sur

El macrismo logró darle despacho al proyecto que autoriza a la firma IRSA a cederle al Gobierno porteño un predio de 70 hectáreas en la ex Ciudad Deportiva de Boca Juniors para la construcción de un barrio residencial de clase media y alta. La ayuda de los diputados opositores.
Se viven días agitados en la Legislatura porteña, luego de un período de varios meses de adormecimiento por el proceso electoral que le dio la reelección de Mauricio Macri.

En medio del tratamiento del Presupuesto 2012, por el que todos los ministros del gabinete macrista desfilan por la Legislatura hasta el 27 de octubre, el PRO logró colar el proyecto que convalida el convenio firmado entre el Gobierno porteño y sociedad Solares de Santa María -perteneciente al grupo IRSA- para construir un lujoso barrio residencial en los terrenos de la ex Ciudad Deportiva de Boca Juniors, en Costanera Sur.

El proyecto que anticipó La Política Online contempla la urbanización de un predio de 70 hectáreas, que habitarían hasta 15 mil personas de clase media alta y clase alta.

El PRO quiere sacar rápido el proyecto para inscribirlo en el contexto de negociaciones con la oposición por el reparto de cargos en los organismos públicos. Sabe que es más probable alcanzar la mayoría en estas circunstancias que si el proyecto queda postergado para después del 10 de diciembre, cuando tenga en frente a dos grandes bloques: el interbloque kirchnerista y de Proyecto Sur.

Es por esto que para esta tarde organizó un maratónico plenario de casi cinco horas que agrupó a las comisiones de Planeamiento Urbano, Ecología y Espacio Público, para darle despacho al proyecto y tratarlo en la próxima sesión.

La reunión, presidida por la peronista Silvana Pedreira, tuvo matices polémicos desde sus comienzos. Es que el público quiso ingresar al salón Eva Perón, donde estaba pautado el plenario, pero los encargados de seguridad prohibieron el ingreso.

Pedreira entonces pidió el traslado al Salón Montevideo, en donde el público no sólo pudo entrar sino que tuvo la oportunidad de tomar la palabra antes del debate entre legisladores. Los miembros del público que intervinieron cargaron duramente contra los legisladores del PRO, acusándolos de reeditar el “Palacio de la corrupción que fue el antiguo Concejo Deliberante”. Una ciudadana incluso acusó al diputado Álvaro González de ser un patotero.

Cruces protocolares

Luego llegó el turno de los legisladores de la oposición, que tuvieron algunos cruces con sus pares del PRO. Los enfrentamientos más duros se produjeron entre Rocío Sánchez Andía, de la Coalición y el autor del proyecto, Bruno Screnci, mientras que María José Lubertino mantuvo una pelea sin micrófono por varios minutos con Oscar Zago.

Todos los legisladores de la oposición que pidieron la palabra anticiparon que se opondrán al proyecto. El diputado más crítico de la iniciativa del macrismo es Adrián Camps, que el despacho es “infirmable e insalvable”.

Tanto Camps como Lubertino y otros legisladores, coincidieron en cuestionar que en el proyecto no hay estudio de impacto ambiental y pidieron que vuelva a estudiarse en comisión. Marcelo Parrilli, de Proyecto Sur, directamente pidió que el Ejecutivo expropie las tierras de la ex Ciudad Deportiva de Boca, que pertenecen a IRSA.

El encargado de defender el proyecto fue su autor, el macrista Bruno Screnci, que señaló que “los diputados que piden un estudio de impacto ambiental saben que es obligatorio para toda obra, por lo que lo único que hacen es entorpecer un proceso que viene hace años”.

La diputadora golpea de nuevo

Más allá de las grandilocuentes intervenciones de la oposición, aplaudida por los vecinos presentes con vehemencia, el PRO logró aprobar el dictamen para tratar el proyecto en la próxima sesión, que se realizaría recién el 4 de noviembre.

Y para eso fueron claves los sugestivos faltazos del compañero de bancada de Diego Kravetz, Raúl Fernández, del socialista Julián D´Angelo y del denarvaista Daniel Amoroso. El PRO consiguió 11 firmas para aprobar ese dictamen, mientras que la oposición logró juntar sólo 6 firmas para firman un dictamen de minoría pidiendo que el proyecto vuelva a tratarse en las comisiones.

El apuro del PRO por tratar el proyecto antes del recambio legislativa también se da porque ahora tendría aseguradas las voluntades necesarias para alcanzar los 31 votos necesarios para aprobar el proyecto en primera lectura.

A los 24 diputados macristas se sumarían el saliente diputado Diego Kravetz que juega abiertamente para el PRO junto a su compañero de bloque Raúl Fernández; el socialista Julián D´Angelo, los denarvaístas Daniel Amoroso y Mónica Lubertino y los miembros del bloque de la Coalición, Juan Pablo Arenaza y Adriana Montes.

Otros diputados, incluso algunos que se opusieron al proyecto en voz alta, ayudarán a sancionar la ley absteniéndose de votar.

Una vez aprobado el texto en primera lectura, la norma pasará a audiencia pública y luego retornará al recinto para ser tratada nuevamente, por lo que en el macrismo esperan tenerla aprobada no antes de marzo de 2012.