Coalición Cívica
Carrió se va de la Ciudad y agita las internas de su partido
La candidata a presidenta abandonará su domicilio porteño en Santa Fe y Paraná para construirse un rancho cerca de Pilar, en donde piensa retirarse como consultora de la Coalición Cívica. Pero antes de marcharse desató una feroz interna en la Ciudad.
Elisa Carrió se irá de la Ciudad de Buenos Aires luego de las elecciones del 23 de octubre. La fundadora de la Coalición Cívica quiere convertirse en una guía de consulta para sus propios dirigentes, pero alejarse de la trinchera política tras el desgaste por la pésima performance en las primarias de agosto.
Para esto, la diputada nacional abandonará el departamento que ocupa en avenida Santa Fe y Paraná, en el que vivió Lolita Torres y se construirá una casa al estilo “rancho correntino” en Exaltación de la Cruz, cerca de Pilar.
Pero antes de su retiro táctico, la chaqueña volvió a revolucionar a su tropa, que desde las primarias perdió la brújula, sobre todo en la Ciudad de Buenos Aires.
Carrió encabezó hoy una conferencia de prensa para anunciar que presentará un proyecto en Diputados para alcanzar el 82 por ciento móvil para jubilados. Y lo hizo con una de las diputadas que más trabajó en el texto, Fernanda Reyes.
Ese sólo gesto desnudó la interna en una de las facciones del partido. Es que Reyes pertenece a JxI (Jóvenes por la Igualdad), uno de los sectores más perjudicados en el cierre de listas.
La diputada nacional estaba furiosa con ese cierre y ahora Carrió quiere contenerla como una de las caras de la renovación del partido tras su retiro. Para esa faena también convocó a la legisladora porteña Rocío Sánchez Andía, peleada con su propio bloque en la Legislatura, que también surgió de JxI.
Por estos motivos, los Jóvenes por la Igualdad comandados por el secretario de Coordinación y ex vicepresidente de la Legislatura, Facundo Di Filippo, amenazan con romper con el partido, furiosos con Reyes y Sánchez Andía.
Ruptura anunciada
El bloque de la Coalición en la Legislatura pende de un hilo y se mantiene unido sólo porque no todavía no hubo una orden estricta de Carrió para romper. Los legisladores Juan Pablo Arenaza y Adriana Montes votan en conjunto con el PRO, mientras que Sergio Abrevaya, muy preocupado por su futuro ya que debe abandonar su banca en diciembre, también se acercó abiertamente al macrismo.
Diana Maffia, por su parte, está con un pie afuera del Consejo de la Magistratura, en tanto que Fernando Sánchez no puede mantener unido al bloque, que votó en forma dispar en todas las sesiones desde agosto.
Y el caso de Rocío Sánchez Andía es el más representativo de la crisis de la Coalición, puesto que por la propia pelea interna que generó en la bancada, perdería su estratégico puesto en la presidencia de la Comisión de Vivienda.
“La vamos a aislar”, sostienen en el bloque del PRO, desde donde piensan quitarle los contratos para reducirle su poder a lo mínimo que tiene un diputado porteño.
Para esto, la diputada nacional abandonará el departamento que ocupa en avenida Santa Fe y Paraná, en el que vivió Lolita Torres y se construirá una casa al estilo “rancho correntino” en Exaltación de la Cruz, cerca de Pilar.
Pero antes de su retiro táctico, la chaqueña volvió a revolucionar a su tropa, que desde las primarias perdió la brújula, sobre todo en la Ciudad de Buenos Aires.
Carrió encabezó hoy una conferencia de prensa para anunciar que presentará un proyecto en Diputados para alcanzar el 82 por ciento móvil para jubilados. Y lo hizo con una de las diputadas que más trabajó en el texto, Fernanda Reyes.
Ese sólo gesto desnudó la interna en una de las facciones del partido. Es que Reyes pertenece a JxI (Jóvenes por la Igualdad), uno de los sectores más perjudicados en el cierre de listas.
La diputada nacional estaba furiosa con ese cierre y ahora Carrió quiere contenerla como una de las caras de la renovación del partido tras su retiro. Para esa faena también convocó a la legisladora porteña Rocío Sánchez Andía, peleada con su propio bloque en la Legislatura, que también surgió de JxI.
Por estos motivos, los Jóvenes por la Igualdad comandados por el secretario de Coordinación y ex vicepresidente de la Legislatura, Facundo Di Filippo, amenazan con romper con el partido, furiosos con Reyes y Sánchez Andía.
Ruptura anunciada
El bloque de la Coalición en la Legislatura pende de un hilo y se mantiene unido sólo porque no todavía no hubo una orden estricta de Carrió para romper. Los legisladores Juan Pablo Arenaza y Adriana Montes votan en conjunto con el PRO, mientras que Sergio Abrevaya, muy preocupado por su futuro ya que debe abandonar su banca en diciembre, también se acercó abiertamente al macrismo.
Diana Maffia, por su parte, está con un pie afuera del Consejo de la Magistratura, en tanto que Fernando Sánchez no puede mantener unido al bloque, que votó en forma dispar en todas las sesiones desde agosto.
Y el caso de Rocío Sánchez Andía es el más representativo de la crisis de la Coalición, puesto que por la propia pelea interna que generó en la bancada, perdería su estratégico puesto en la presidencia de la Comisión de Vivienda.
“La vamos a aislar”, sostienen en el bloque del PRO, desde donde piensan quitarle los contratos para reducirle su poder a lo mínimo que tiene un diputado porteño.