Inflación y sobrestock, las causas de la desaparición de China del mercado de soja

El gobierno chino dejó de comprar soja en la región: primero Argentina y ahora Brasil, dejaron de recibir los pedidos de quien fuera su principal cliente. Detrás de esta decisión se esconde la preocupante inflación que golpea al gigante asiático y que fue definida por la cúpula del PC Chino como la principal amenaza a la estabilidad de su sistema político.
El Gobierno Central de China ha tomado en los últimos días una sorprendente decisión que descolocó a muchos actores del mercado de granos: frenó las compras de aceite de soja provenientes de Brasil, tal como lo publicó este domingo La Política Online.

Pero, ¿cuáles son los motivos de esta medida del gigante asiático, similar a la que tomó con la Argentina hace ya más de un año? Para poder develar estos interrogantes LPO se comunicó con diversos especialistas del sector agropecuario.

Enrique Erize es codirector de la consultora Nóvitas y hace poco tiempo realizó una gira de tres semanas a China junto a un grupo de 32 productores argentinos y uruguayos (que contó con el apoyo de ambas cancillerías y de compañías exportadoras).

En diálogo con este medio, el analista dijo que “últimamente China ha estado comprando aceite de soja muy por encima de sus necesidad y sus expectativas durante los meses de diciembre, enero, febrero, e inclusive marzo”.

Según Erize, este aluvión de compras -especialmente a Brasil- fue producto de una estrategia del Gobierno chino por temor a un fracaso productivo en Sudamérica por la presencia del fenómeno climático “La Niña” (finalmente el clima no fue un problema).

“Lo que está ocurriendo ahora es precisamente lo contrario: China restringió las compras de aceite de soja porque tiene stock suficiente y quiere enfriar la inflación debido a los altos precios que está registrando la soja”, agregó el entrevistado.

Por caso, las exportadoras y aceiteras pagaron el martes por la soja en la zona de Rosario unos $ 1270 por tonelada con descarga contractual, aunque hubo algunos rumores de mejores precios que llegaron hasta los $ 1290.  Y se esperan subas dado que los productores no muestran interés en realizar negocios a estos niveles de precios ante la expectativa de que el mercado climático externo generé volatilidad favorable para las cotizaciones.

Como sea, las fuentes explicaron que es de esperar que cuando se agote el stock disponible, China reestablezca las compras de aceite de soja de Brasil ya que, cerrado el mercado argentino por los conflictos por las medidas anti-dumping, no le quedarán más alternativas.

La última esperanza

En ese marco y según confirmaron fuentes oficiales, en las próximas semanas visitará la Argentina el ministro de Comercio de China, Chen Deming, para intentar destrabar el interminable conflicto aceitero con nuestro país, entre otros temas que tratará.

En este sentido, Alberto Rodríguez, director ejecutivo del Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC), comentó a LPO que “esperamos con gran expectativa esta visita para poder resolver el problema y restablecer las exportaciones”.

“Por lo que sabemos, en los últimos meses China ha estado comprando aceite de soja en forma diferente a lo habitual”, señaló Rodríguez alimentando así la hipótesis de sobrestock por parte de ese país como plan para frenar la inflación.

La visita del ministro de Comercio chino se producirá luego de la llegada del ministro de Agricultura en noviembre pasado, cuando todo parecía indicar que las relaciones comerciales con ese país se reestablecerían rápidamente.

Por su lado, la estrategia argentina en el marco de estas reuniones será “desojizar” la relación con China, sabiendo que si no se levantan las restricciones a productos de ese país, muy difícilmente el gigante vuelva a comprar en grandes volúmenes aceite de soja.

De hecho, y en referencia a esta visita, la propia ministra de Industria, Débora Giorgi, afirmó públicamente que “la Argentina viene planteando un trabajo para ampliar el acceso de nuestros productos a China y así diversificar sus exportaciones”.

La inflación como un peligro estructural

Los altos precios que para los productores de soja argentinos son muy tentadores, para China representan la imperiosa necesidad de tomar ciertos recaudos y evitar así que la inflación se descontrole y genere inconvenientes de índole social.

Para tener una idea de lo que representan los aumentos de precios en esa nación, la semana pasada más de 1000 camioneros se concentraron en Shangai en el puerto más importante de China, en rechazo a las recientes subas que registraron los combustibles.

Esta inusual protesta en un régimen tan policial como el chino refleja el riesgo que representa la inflación para la estabilidad social y política en China, un país con más de 1300 millones de habitantes, que en su enorme mayoría ganan sueldos bajísimos en los que la inflación puede causar estragos.

Tan grave es este tema para las autoridades chinas que en el último encuentro del Comite Central del Partido Comunista -máximo organismo político-, el tema excluyente fue la inflación y como combatirla.