Macri promete que el MetroBus estará listo para abril

Según el Gobierno porteño el nuevo sistema de transporte estará listo para fines del mes que viene. Se trata de una nueva línea de colectivos de última generación que une Liniers con Palermo a través de un carril exclusivo sobre la avenida Juan B. Justo. Empresas privadas invirtieron más de un millón de dólares pero hay dudas sobre su aporte a la reducción del tránsito.
La brasileña Curitiba es tomada como una ciudad modelo por varios gobiernos de Latinoamérica. Su desarrollo sustentable, ese concepto que une lo ecológico con lo social y lo económico, es admirado por los más prestigiosos urbanistas. Buenos Aires está bastante lejos de de ser una ciudad armoniosa aunque a partir de abril tendrá algo en común con su hermana paranaense: según aseguran desde el Gobierno porteño el denominado MetroBus comenzará a funcionar a fines del mes que viene para unir Liniers y Palermo a lo largo de la avenida Juan B. Justo.

El Metrobús o Bus Rapid Transit (BRT) está pensado para ciudades con serias complicaciones en el tránsito y con déficit en el transporte público. El sistema consiste en la puesta en funcionamiento de colectivos articulados –tipo fuelle- que corren sobre un carril exclusivo y con paradas fijas. En el caso del metrobús porteño serán 21 estaciones cada 400 metros en todo el recorrido con una gran playa de trasbordo y estacionamiento en Liniers.

Cada colectivo llevará unos 140 pasajeros contra 60 de los colectivos convencionales y según las estimaciones del Gobierno porteño el servicio será utilizado por unas 80 mil personas por día. Según el macrismo “representa la novedad más importante en el sistema de movilidad urbana de los últimos cien años.

De todos modos, una de las principales razones para la construcción del sistema es la monetaria. Sabido es que Mauricio Macri no cumplirá con su promesa de 10 kilómetros de subte por año: cada mil metros de ese transporte vale unos 80 millones de dólares contra los 48 millones de pesos que cuesta la construcción de las estaciones.

“Por su geometría, Juan B. Justo es ideal para la implementación de este nuevo sistema de transporte.El paso del arroyo entubado del Maldonado imposibilita la construcción de un subte por esta arteria. Por otro lado, esta avenida, por su longitud, tiene el potencial para transformarse en una vía ideal para la circulación de transporte público, y sirve de conexión con el ferrocarril (el Sarmiento y el San Martín) y con el subte (líneas B y D”, dijeron a LPO desde el Ministerio de Desarrollo Urbano de la Ciudad.

Justamente, la arteria que une el noreste de la Ciudad con el oeste y el Conurbano es una de las más afectadas por los embotellamientos. Recorrerla en colectivo insume unos 45 minutos pero con el nuevo servicio se reduciría a 25 minutos.

Con inversión privada

El servicio, de todos modos, no será explotado por el Gobierno porteño. La Ciudad llegó a un acuerdo para que las empresas Línea 216 y Juan B. Justo, titulares de las líneas 166 y 34, respectivamente, operen el sistema y para eso el Banco Ciudad otorgó créditos blandos para la compra de nuevas unidades Mercedes Benz. Sucede que cada colectivo vale unos 280 mil dólares, la mitad de que lo cuesta una unidad convencional. Al lanzarse el sistema, se espera que funcionen unos 20 coches aunque el óptimo se alcanzará con 35 colectivos en circulación. De todos modos, desde el Gobierno porteño evitaron brindar información acerca de la duración del convenio con las empresas.

En tanto, en principio se especulaba con que el carril del Metrobús iba a ser compartido con otras líneas que ingresan a Juan B. Justo pero esto fue desmentido por fuentes de Desarrollo Urbano.

Otro punto de suma importancia sin develar era cuál iba a ser la forma de venta de boletos ya que el transporte en la Ciudad está bajo la órbita de la Nación: o sea, el gobierno porteño no puede decidir ni el precio del pasaje ni innovar en nuevas formas de ventas. No obstante, desde Desarrollo Urbano le contaron a LPO que el precio del boleto no se modificará y que el expendio se hará a través del sistema SUBE –ideado por Nación- o a través de máquinas en algunas estaciones.

Críticas y dudas

Sin embargo, no todas son loas hacia el proyecto. Uno de los puntos centrales es saber si en verdad ayudará a resolver el caos de tránsito. Sucede que, obviamente, el Metrobús reducirá los carriles sobre la avenida para el tránsito común. Hoy, Juan B. Justo tiene tres carriles por mano pero con el nuevo transporte quedarán dos por mano y, en algunos tramos, uno y medio. Cómo impactará la suma de colectivos de otras líneas y transporte de carga es el gran interrogante de los vecinos a lo largo de la avenida.

“Lamentablemente la experimentación en Juan B Justo, no creo que se la mejor opción. Llevó casi dos años negociar el convenio con las empresas de colectivos y el gran problema, ha sido la demora. Hay obras hechas durante mucho tiempo y eso produce un incordio importante”, criticó el legislador de la Coalición Cívica Sergio Abrevaya.

En ese sentido, recalcó no tener en claro si el nuevo servicio “mejorará el tránsito o no” e insistió con que la alternativa era construir un Metrobús que ingrese a la Ciudad desde el sur por el Puente Avellaneda.

Además, las críticas no sólo provienen desde el ámbito político. La agrupación Vecinos de Liniers Norte también expresaron sus diferencias. Según dicen, el nuevo servicio “aparenta ahorrar tiempo pero eso pasa en los ámbitos donde hay carriles exclusivos pero en Liniers no donde el metrobús va a entrar en el barrio”.

“El Gobierno porteño piensa guardar los colectivos bajo la autopista en las calles Barragán y Madero. Esos lugares eran playas de estacionamientos para particulares y ahora son terminal para los grandes colectivos. Además, alrededor hay colegios con 5 mil chicos que circulan por día. Un gran peligro”, indicaron.

Quejas aparte, el macrismo promete que a partir de abril Buenos Aires se acercará un poco a una ciudad del siglo XXI.