Malestar en el Gobierno con Obama por no venir al país

La Casa Rosada cree "injusto" que el presidente de Estados Unidos viaje a Brasil y a Chile, pero no a la Argentina. Según varios diplomáticos y funcionarios argentinos, Obama demostró así su intención de priorizar la relación con Brasil como líder de la región y mantener "un vínculo permanente" con el país trasandino. 
No habrá una comunicación oficial de queja ni expresiones de enfrentamiento con Washington. Pero lo cierto es que el anuncio de la visita de Barack Obama a Chile, El Salvador y Brasil, y no a la Argentina, no cayó nada bien en el Gobierno. La decisión del presidente de los Estados Unidos de eludir en marzo próximo al país en su raid latinoamericano causó un fuerte malestar en el ámbito diplomático argentino, y en la Casa Rosada se escucharon quejas contra la administración demócrata.

Según el diario La Nación, el enfado de la presidenta Cristina Kirchner y de su entorno con Obama llegó por doble vía: por un lado, el mal humor se originó por la forma imprevista en que se enteró la Cancillería del viaje y, por otra parte, causó mayor enojo el mensaje político que implica este movimiento. Según varios diplomáticos y funcionarios argentinos, Estados Unidos demostró así su intención de priorizar la relación con Brasil como líder de la región y mantener "un vínculo permanente" con Chile.

"Será difícil para Estados Unidos explicar por qué Obama volará por el cielo argentino para ir de Brasil a Chile y no hará escala en la Argentina. No creo que sea una buena señal", expresó un destacado funcionario de la Cancillería. Así, graficó el clima de mal humor que se vivió ayer en el Gobierno tras el anuncio del Departamento de Estado.

En el Gobierno consideran "injusto" el trato de Obama hacia la Argentina y recordaron el fuerte apoyo que recibió Estados Unidos en la cumbre de presidentes de Iberoamérica realizada en Mar del Plata en diciembre, cuando Cristina Kirchner frenó una dura embestida del eje de países bolivarianos que reclamaba un párrafo de condena a Washington por los cables diplomáticos que filtró WikiLeaks. En esos documentos quedaron al desnudo diferencias profundas entre varios gobiernos de América latina.

A la vez, en la Casa Rosada pasaron factura por los acuerdos bilaterales que la Argentina y los Estados Unidos sellaron en los últimos tiempos y en el trato cordial que recibió en su más reciente visita el secretario de Estado para América latina, Arturo Valenzuela, de parte de la administración Kirchner. Por todo ello, en el Gobierno estaban entre "sorprendidos y molestos" por la decisión de Obama.

No obstante, un allegado al canciller Héctor Timerman intentó minimizar la decisión de Obama de ir a Brasil y a Chile al sostener que eso se había leído con "mucho glamour" y "lógica".

Pero esa apreciación no parece coincidir con el clima que existía ayer en el Gobierno o en la misma embajada argentina en Washington. De hecho, según confiaron fuentes diplomáticas, el embajador argentino en Estados Unidos, Alfredo Chiaradia, se enteró una hora antes del anuncio de Obama cuando estaba en París a raíz de una reunión del G-20. A la vez, en un encuentro diplomático en Washington que Valenzuela mantuvo el mismo día del anuncio de Obama no le dijo nada al ministro de la embajada argentina cuando lo saludó junto a los embajadores de Brasil y Chile. Ayer, La Nación intentó comunicarse con Timerman y con Chiaradia, pero no obtuvo respuesta.

En su cuenta de Twitter, el canciller argentino escribió: "Si Estados Unidos ofreció tierras argentinas le estaba haciendo el cuento del tío a alguien o está muy confundido". Se refería así a los documentos diplomáticos de Washington que filtraron la cadena árabe Al-Jazeera y el diario británico The Guardian donde dieron cuenta de que en 2008 Condoleezza Rice, secretaria de Estado en el segundo mandato de George W. Bush, había propuesto a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) dar a los refugiados palestinos tierras en Chile y la Argentina como alternativa al regreso a sus antiguos hogares en Israel y Gaza.

Timerman también se ocupó ayer de reiterar en Twitter que en los próximos días viajará a México para cerrar acuerdos comerciales. "Con los mexicanos trabajamos una alianza estratégica", dijo el canciller.

La visión norteamericana

Desde el Departamento de Estado y en la embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires explicaron a La Nación que la decisión de Obama de no venir a la Argentina tiene que ver con una postura inflexible del presidente norteamericano: no quiere visitar países que se encuentran inmersos en procesos electorales. Es el caso de la Argentina, que este año ingresó en un extenso período de elecciones que culminará en octubre con las presidenciales.
Para realzar que hay "buena sintonía" entre Obama y Cristina Kirchner, Estados Unidos resaltó el discurso que el presidente de ese país dio en la ONU en septiembre pasado, cuando mencionó el ejemplo de lucha por los derechos humanos en la Argentina y adelantó que probablemente ambos mandatarios se vean en el G-20.