PJ porteño

Un anuncio que confirma a Boudou como el favorito de Cristina

Cristina cedió a su ministro de Economía el protagonismo para que anuncie un mega plan de viviendas y polemice con Macri. Fue un mensaje muy claro a la interna del PJ porteño sobre cual es su preferido para las elecciones de la Ciudad. Igual, todavía no le bajó el pulgar a ningún candidato y se reserva la última palabra.
“Espero que no nos pase de nuevo lo de Telerman”, se lamentó ante este medio un dirigente del PJ porteño que hoy trajina la candidatura a jefe de Gobierno de Daniel Filmus.

La referencia no es casual y apunta al nervio ciático de los peronistas porteños: el temor de quedar fuera del calor del poder. Es que a muchos de los que en su momento apostaron a Telerman contra Filmus terminaron enredados en una malograda aventura con Lilita Carrió y el radical Enrique Olivera, que todavía hoy los hace sonrojar. Por no hablar de cuestiones más dolorosas como la pérdida de ciertos privilegios naturales que ofrece la condición de oficialista.

La gran pregunta que hoy recorre el PJ porteño es: ¿Qué tan en serio Cristina apoya la candidatura a jefe de Gobierno de Boudou?

Hasta ahora, la simultánea postulación del ministro de Trabajo, Carlos Tomada, le daba a los seguidores de Filmus la coartada perfecta. Si hay dos ministros candidatos, eso significa que ninguno es favorito, por ende no hay favoritos, era el silogismo empleado para justificar la ambición de senador, sospechado de ensayar un poco disimulado “post kirchnerismo”.

Sin embargo, esa construcción se disolvió con la conferencia de prensa de hoy, en la que un encendido Boudou protagonizó un anunció de nivel presidencial, en un gobierno que no se caracteriza por su generosidad política con los ministros que lo integran.

El ministro de Economía, a quien suelen reducir a anuncios medio antipáticos de tono financiero -como el pago de la deuda a los acreedores externos-, esta vez tuvo para lucirse: le dejaron la primicia de un mega plan de 17 mil viviendas para las familias ubicadas a la vera de la cuenca Matanza-Riachuelo, además de otorgarle el rol de principal polemista con el macrismo.

“El embudo empieza a funcionar, Cristina decidió que sea Amado el que haga el anuncio con todos los secretarios de Estado atrás. No fue Tomada, ni Filmus, ni ningún otro”, festejaban cerca del ministro de Economía.

Y no fue casualidad. Desde que la Presidenta recibió a fin de del año pasado de manos de Horacio Rodríguez Larreta el plan del macrismo para solucionar el déficit de vivienda de la Ciudad –que el ahora alicaído Aníbal Fernández había prometido financiar en un 50 por ciento-, se decidió que la respuesta quedaría en manos de Boudou, que comenzó a estudiar el libreto que hoy pronunció.

Fiel a si mismo, el gobierno kirchnerista optó por ridiculizar la propuesta opositora y lanzar una iniciativa propia, asegurándose que si hubiera algún rédito en el futuro sea todo propio. Una maniobra similar a la que instrumentaron con la Asignación Universal por Hijo.

Pero acaso sea un error interpretar que la decisión ya está tomada. Lo interesante de esta pelea es que revela la manera de hacer política de Cristina, que exhibe un trazo fino que no utilizaba su marido. Es decir, si bien desliza gestos para marcar su preferencia por Boudou, no hizo nada para coaccionar a Filmus y Tomada. Deja correr, mira la evolución en las encuestas y se reserva la decisión final. Sutilezas clásicas de la política, que antes crujían bajo las ruedas del Hammer Kirchner.

La desconfianza con Filmus

Como sea, en el peronismo porteño reconocían esta noche que lo de Boudou empezó a tomar otro color. “Primero parecía un globo de ensayo, ahora se ve que no sólo decidieron plantarlo en la chancha, sino que están trabajando con proyección en el tiempo y pensando iniciativas para apuntalarlo”, afirmó a LPO un destacado dirigente de los que siguen a Filmus.

Las razones de la desconfianza presidencial con el senador son conocidas –entorno albertista, insubordinación con la ley de glaciares y huída en las elecciones del 2009-, pero en las últimas horas trascendió una motivo acaso más serio. Son varios los gobernadores peronistas que detestan a Filmus. No le perdonan su apoyo a la ley de glaciares que atentó contra la actividad minera, central en sus economías.

El más obvio es el sanjuanino José Luis Gioja, pero no es el único. Y quieren venganza. Se trata de un tema muy sensible si se lo mira más de cerca. La Presidenta está embarcada en el proyecto de su reelección y en esa pelea, las opiniones de los gobernadores –sostén territorial de ese proyecto presidencial- empiezan a sumar importancia en la medida que se acercan las elecciones.

Sin embargo, el proyecto de Boudou jefe de Gobierno todavía tiene un largo desierto por cruzar. Los dirigentes del PJ porteño que se le empezaron a acercar le piden que deje de visitar centros de jubilados afines –un reflejo de su paso por la Anses-, y empiece a meterse en la discusión en serio de los temas de la Ciudad, apostando a mostrar un perfil de hombre de “gestión”.

Eso es exactamente lo que se buscó con el anunció de hoy. Y desde el plano político, quienes lo asesoran subrayan su perfil de centroderecha, al parecer más afín al actual posicionamiento del electorado porteño. “El público de Filmus son las maestros cincuentonas, da congreso pedagógico, con eso no ganamos”, chicanean cerca del ministro.

Y en una suerte de autocrítica poco usual en el kirchnerismo, el encuestador Artemio López -que trabaja para Boudou-, suele comentar con ironía que en la crisis del Parque Indoamericano los porteños se dividían “entre un 40 por ciento que quería que maten a los ocupantes y un 60 por ciento quería lo mismo, pero que no se lo muestren”.

La pregunta que se hacen cerca de Filmus es: “Si se trata de buscar el votante de derecha ¿para qué van a votar una copia si en Macri tienen el original?”. Y en consecuencia apuestan a un armado de centroizquierda, con aliados como los hermanos Ibarra y la gente de Martín Sabbatella. Así como en las encuestas que siguen ubicando al senador por arriba del ministro.

Pero claro, como suele suceder en el peronismo nada es tan claro. Por ejemplo, en la Rosada ya se imaginan a la militante del lesbianismo María Rachid como candidata a diputada nacional, junto al líder de La Cámpora, Andrés “Cuervo” Larroque. Juventud y homosexuales, son parte del combo que elaboran en la Quinta de Olivos para sumarle votos a Boudou, si finalmente fuera el elegido.