Cristina se quejó porque Obama no la trataba como a Lula
La presidenta trasmitió a congresistas norteamericanos su malestar porque Barack Obama había recibido a Lula Da Silva y no a ella, aun cuando su par brasileño votó con el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, uno de los rivales de Estados Unidos. Y puso como ejemplo la reunión que Kirchner tuvo con George Bush, pese a las diferencias que mantenía con su política. La mediación de Hillary Clinton calmó la tensión.
Los cables diplomáticos filtrados y publicados por varios diarios del mundo dan cuenta del enojo de Cristina Kirchner por no haber sido recibida por Barack Obama por no haber sido recibida por él, incluso después de haberse entrevistado con Lula Da Silva, con quien mantuvo diferencia por su trato con el gobierno de Iran.
El malestar lo expresó durante una reunión con un grupo de congresistas norteamericanos, presidida por el demócrata Eliot Engel. Según el relato de la embajada que difunde el diario español El País, Cristina Fernández les explica que, pese a las diferencias políticas que mantenían, su marido, Néstor Kirchner, se entrevistó con el presidente George Bush solo un mes después de ser elegido, mientras que ella no ha conseguido todavía concertar el encuentro con Obama.
La presidenta señaló que le costaba entender por qué el presidente Lula obtuvo una entrevista con el presidente Obama pese a que Brasil había votado en contra en el Organismo de Energía Atómica y a la reunión de Lula con Mahmud Ahmadineyad, mientras que se le negaba una entrevista a ella, que mantiene una fuerte posición contra Irán en el OIEA y en la lucha contra el terrorismo.
Los cables destacan las gestiones para intentar regularizar las relaciones de Cristina Fernández y de Hillary Clinton a Montevideo en el encuentro que mantuvieron en Montevideo, con motivo de la toma de posesión del nuevo presidente José Mujica.
“Las dos políticas mantienen una breve reunión bilateral y sobre la marcha, Clinton decide cambiar su agenda y hacer una rápida visita a Buenos Aires”, recuerdan los informes.
Los cables diplomáticos destacan las gestiones de la presidenta para que Estados Unidos apoye el reclamo argentino por la soberanía de las Islas Malvinas, sucedidos el 1 de marzo, en la ya citada visita de Hillary Clinton a la Casa Rosada.
“(La presidenta) le pide que aliente el diálogo con Reino Unido a propósito de las islas Malvinas. (La posición de EE UU, según confirman varios despachos diplomáticos, es reconocer la Administración de facto de Reino Unido en las islas y no tomar posición respecto a la reclamación de soberanía por ninguna de las partes)”, relata el diario El País.
Los informes dan cuenta de una recomposición del diálogo de la presidenta con Estados Unidos. “Todo se desarrolló lo suficientemente bien como para que se diera finalmente luz verde al ansiado encuentro con el presidente Obama”.
“El 12 de marzo de este año, Cristina Fernández acudió a Washington para participar en la llamada Cumbre de Seguridad Nuclear y el presidente norteamericano aprovechó la ocasión para mantener un encuentro bilateral y elogiar públicamente la posición del Gobierno de Kirchner respecto a Irán”.
Entre paréntesis recuerdan que "Buenos Aires –por Argentina- exige desde hace años a Irán que entregue a varios ciudadanos iraníes presuntamente implicados en el atentado contra una mutua judía argentina ocurrido en 1994, que provocó 85 muertos”.
El malestar lo expresó durante una reunión con un grupo de congresistas norteamericanos, presidida por el demócrata Eliot Engel. Según el relato de la embajada que difunde el diario español El País, Cristina Fernández les explica que, pese a las diferencias políticas que mantenían, su marido, Néstor Kirchner, se entrevistó con el presidente George Bush solo un mes después de ser elegido, mientras que ella no ha conseguido todavía concertar el encuentro con Obama.
La presidenta señaló que le costaba entender por qué el presidente Lula obtuvo una entrevista con el presidente Obama pese a que Brasil había votado en contra en el Organismo de Energía Atómica y a la reunión de Lula con Mahmud Ahmadineyad, mientras que se le negaba una entrevista a ella, que mantiene una fuerte posición contra Irán en el OIEA y en la lucha contra el terrorismo.
Los cables destacan las gestiones para intentar regularizar las relaciones de Cristina Fernández y de Hillary Clinton a Montevideo en el encuentro que mantuvieron en Montevideo, con motivo de la toma de posesión del nuevo presidente José Mujica.
“Las dos políticas mantienen una breve reunión bilateral y sobre la marcha, Clinton decide cambiar su agenda y hacer una rápida visita a Buenos Aires”, recuerdan los informes.
Los cables diplomáticos destacan las gestiones de la presidenta para que Estados Unidos apoye el reclamo argentino por la soberanía de las Islas Malvinas, sucedidos el 1 de marzo, en la ya citada visita de Hillary Clinton a la Casa Rosada.
“(La presidenta) le pide que aliente el diálogo con Reino Unido a propósito de las islas Malvinas. (La posición de EE UU, según confirman varios despachos diplomáticos, es reconocer la Administración de facto de Reino Unido en las islas y no tomar posición respecto a la reclamación de soberanía por ninguna de las partes)”, relata el diario El País.
Los informes dan cuenta de una recomposición del diálogo de la presidenta con Estados Unidos. “Todo se desarrolló lo suficientemente bien como para que se diera finalmente luz verde al ansiado encuentro con el presidente Obama”.
“El 12 de marzo de este año, Cristina Fernández acudió a Washington para participar en la llamada Cumbre de Seguridad Nuclear y el presidente norteamericano aprovechó la ocasión para mantener un encuentro bilateral y elogiar públicamente la posición del Gobierno de Kirchner respecto a Irán”.
Entre paréntesis recuerdan que "Buenos Aires –por Argentina- exige desde hace años a Irán que entregue a varios ciudadanos iraníes presuntamente implicados en el atentado contra una mutua judía argentina ocurrido en 1994, que provocó 85 muertos”.