Afirman que el espionaje a Cristina no afectará la relación con Estados Unidos
En conversación con LPO, dos ex-embajadores aseguraron que lo que se dijo sobre Cristina Kirchner en los archivos confidenciales del Departamento de Estado "es intrascendente" y que no afectará las relaciones con el país del norte. También advirtieron sobre la crisis que esto implica en la diplomacia estadounidense y las consecuencias sobre Hillary Clinton.
Aparentemente, el escándalo desatado por los archivos confidenciales dados a conocer por la organización Wikileaks no afectaría la relación de la Argentina con los Estados Unidos.
Se trata de más de 250.000 cables intercambiados entre el Departamento de Estado y varias de sus embajadas, en los que se pedía a diplomáticos norteamericanos a ejercer de espías para recolectar información sobre personas en el extranjero, así como dentro de la ONU.
Y Argentina no se quedó afuera. Entre ellos, figura un documento en el que se pide analizar la “salud mental” de la Presidenta.
Aunque puede pensarse que esto afectaría de alguna manera la relación de nuestro país con el Gobierno de Obama, expertos sobre en la cuestión aseguran que esto no sucederá.
“Este tema es intrascendente con respecto a la Argentina, las relaciones no se verán afectadas”, aseguró Eduardo Amadeo, ex-embajador argentino en EEUU, en comunicación con LPO.
En este sentido, también destacó que ese tipo de cables “son absolutamente normales, uno puede hablar sobre el sistema económico o político, pero también envía informes sobre cuestiones cotidianas”. “En general, los cables son descarnados, duros, para que la Cancillería pueda tener buena información; eso no está mal”, agregó.
Por su lado, el también ex-embajador en EEUU, Diego Guelar, coincidió con Amadeo en que este hecho no tendrá consecuencias en la relación bilateral entre ambos países: “Lo que trascendió sobre Argentina, no es diferente a lo que ya vimos en la prensa con anterioridad”, le dijo a LPO.
Sin embargo, cuestionó los hechos en sí: “Todo esto tiene poco de diplomático y mucho de inteligencia estatal”, aseguró; y señaló que tiene que ver con “la ingenuidad y la omnipotencia” del Estado norteamericano que pensó que estas cosas nunca se descubrirían.
Remarcó también Guelar que “no es casual que esto ocurra en este momento, con la debilidad del gobierno de Obama". Es que según su interpretación, se demostró la falta de control del Gobierno ya que "esta es una filtración muy dirigida”.
Ambos funcionarios estuvieron de acuerdo en señalar que el incidente es “bochornoso” para EEUU, compromete la credibilidad de la diplomacia norteamericana, y sobre todo coloca a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, como principal responsable.
Se trata de más de 250.000 cables intercambiados entre el Departamento de Estado y varias de sus embajadas, en los que se pedía a diplomáticos norteamericanos a ejercer de espías para recolectar información sobre personas en el extranjero, así como dentro de la ONU.
Y Argentina no se quedó afuera. Entre ellos, figura un documento en el que se pide analizar la “salud mental” de la Presidenta.
Aunque puede pensarse que esto afectaría de alguna manera la relación de nuestro país con el Gobierno de Obama, expertos sobre en la cuestión aseguran que esto no sucederá.
“Este tema es intrascendente con respecto a la Argentina, las relaciones no se verán afectadas”, aseguró Eduardo Amadeo, ex-embajador argentino en EEUU, en comunicación con LPO.
En este sentido, también destacó que ese tipo de cables “son absolutamente normales, uno puede hablar sobre el sistema económico o político, pero también envía informes sobre cuestiones cotidianas”. “En general, los cables son descarnados, duros, para que la Cancillería pueda tener buena información; eso no está mal”, agregó.
Por su lado, el también ex-embajador en EEUU, Diego Guelar, coincidió con Amadeo en que este hecho no tendrá consecuencias en la relación bilateral entre ambos países: “Lo que trascendió sobre Argentina, no es diferente a lo que ya vimos en la prensa con anterioridad”, le dijo a LPO.
Sin embargo, cuestionó los hechos en sí: “Todo esto tiene poco de diplomático y mucho de inteligencia estatal”, aseguró; y señaló que tiene que ver con “la ingenuidad y la omnipotencia” del Estado norteamericano que pensó que estas cosas nunca se descubrirían.
Remarcó también Guelar que “no es casual que esto ocurra en este momento, con la debilidad del gobierno de Obama". Es que según su interpretación, se demostró la falta de control del Gobierno ya que "esta es una filtración muy dirigida”.
Ambos funcionarios estuvieron de acuerdo en señalar que el incidente es “bochornoso” para EEUU, compromete la credibilidad de la diplomacia norteamericana, y sobre todo coloca a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, como principal responsable.