Scioli estudia dar una señal sobre su futuro político

El gobernador invitó a periodistas de Clarín y La Nación a su gira por Israel, porque estudia conceder entrevistas para dar "una definición política". Scioli es visto como el mejor candidato presidencial por sectores enfrentados al gobierno, como el multimedios que conduce Héctor Magnetto. Enterados de esto en la Casa Rosada crece la tensión con Scioli, que mantiene un hermetismo blindado.
“Vengan, Daniel quiere hablar de política y por ahí aprovechamos el vuelo”, fue la invitación cursada por la gobernación a los principales diarios del país. Es que Daniel Scioli inició hoy una gira a Israel en la que tampoco descuidará los negocios, ya que explorará la posibilidad de acordar con la empresa de agua potable de ese país la construcción de una planta en la provincia por 150 millones de dólares.

Se trata de un interesante negocio, anticipado por La Política Online, que tiene el agregado que le permite a Scioli alinear a uno de los intendentes díscolos que solía reunirse con su rival Sergio Massa. Se trata del jefe comunal de Bahía Blanca, Cristian Breitenstein.

Es que este intendente tiene serios problemas en Bahía Blanca vinculados al sistema de cloacas y agua potable, cuya solución depende de obras que debe realizar la provincia. Esta dependencia le calma sus ínfulas rebeles y de hecho acompaño a Scioli en la gira.

El gobernador, que estará en Israel el domingo y lunes próximo en una visita oficial que casi parece la de un presidenciable, aprovechará para avanzar en las negociaciones para construir una planta potabilizadora para La Plata (curiosamente el intendente platense Pablo Buera no fue de la partida) y otra de reuso de líquidos cloacales para Bahía Blanca.

En el caso de La Plata la idea es reemplazar a la actual planta Donato Gerardi, construida hace más de 50 años y para ello se avanzó en negociaciones con la firma israelí Mekorot Water Company, que acercó al gobierno sciolista Marcelo Salinas, el marido de la vedette María Eugenia Ritó, un conocido lobbysta que fue funcionario del área de Transporte durante la presidencia de Carlos Menem. También talla fuente en este negocio, el secretario General del Sindicato de Obras Sanitarias, Jorge Castro, que tiene una injerencia directa en el manejo de Absa, la empresa provincial de aguas.

Tensión con la Casa Rosada

Como sea, la decisión de Scioli de hablar –si es que finalmente entrega alguna definición- no es casual. Desde la Casa Rosada le recriminan que luego de la muerte de Néstor Kirchner no haya dejado en claro que apoya la reelección de Cristina y el optará por encabezar la fórmula bonaerense, una vez más. De hecho, el propio intendente de Berazategui Juan José Mussi, se lo reclamó públicamente y sin embargo Scioli todavía no se expresó en ese sentido.

“Scioli nunca va a ser candidato a Presidente contra Cristina, sólo lo sería en el marco de un acuerdo con ella”, afirmó a este medio un allegado al gobernador.

Sin embargo, su silencio alienta las miradas conspirativas del kirchnerismo, que le responde con módicas guerras frías, como la promocionada visita de ayer del ministro del Interior Florencio Randazzo a Sergio Massa.

Lo cierto es que el silencio de Scioli también alienta esperanzas en sectores muy enfrentados con el gobierno. Es el caso del Grupo Clarín. Algo de esto se habló en la reunión de los gerentes del multimedios que días atrás encabezó Héctor Magnetto en Mar del Plata.

Mismas esperanzas abrigan desde el Peronismo Federal. Lo notable es que el propio interesado todavía no ha dicho esta boca es mía. Y con una Cristina midiendo por encima de los 40 puntos, difícil que Scioli que apoyó al gobierno en sus peores momentos, justo ahora de el salto.