La interna que amenaza a Binner con arrebatarle Santa Fe

El radicalismo, encabezado por el intendente de Santa Fe, Mario Barletta, está dispuesto a jugar a fondo para arrebatarle al socialismo la candidatura a gobernador. Se cansaron de ser los "socios minoritarios" del acuerdo que mantienen en la provincia. Además, Binner enfrenta en su propio partido una durísima pelea con el senador Giustiniani y el intendente de Rosario Miguel Lifschitz.
Los radicales parecen decididos a aguarle al gobernador Hermes Binner su paseo por la refinada Paris, ciudad a la que viajó para asistir a una nueva edición de la Internacional Socialista en la que también se mostrará Ricardo Alfonsín, en un primer ensayo público de la eventual fórmula presidencial que podrían conformar.

Inmunes al boato de los elegantes debates del progresismo mundial en la Ciudad Luz, los radicales santafesinos anunciaron que mal que le pese al gobernador Binner reunirán el 24 de noviembre a la Convención partidaria para definir si –como todo indica- presentan candidato propio a gobernador para las elecciones del año próximo.

“El problema es muy simple, los radicales se preguntan: ¿Cuándo es el momento para que nos toque a nosotros? Y es comprensible, los socialistas sólo ganan en Rosario, mientras que ellos tienen decenas de intendentes en toda la provincia y sin embargo nunca pueden poner el gobernador”, afirmó a LPO un socialista que mantiene su espíritu crítico.

De hecho, los radicales ni siquiera sienten como propia a la vicegobernadora Grisela Tessio, quien además de ser hija de un gobernador radical no representaba a los sectores mayoritarios del partido y fue impuesta a la UCR por el propio Binner.

Así la próxima cumbre del radicalismo santafesino, podría emitir el certificado de defunción del Frente Progresista Cívico y Social (FPCYS) que conformaron con los socialistas y que permitieron a Binner arrebatarle la gobernación al peronismo.

Es que el gobernador no parece dispuesto a ceder la candidatura mayor a sus socios e insiste con imponer a su ministro de Gobierno y mano derecha Antonio Bonfatti.

El hombre que lidera la embestida radical es el intendente de Santa Fe, Mario Barletta, que reclama a Banner la “institucionalización” del FPCYS, esto es que se termine su “dedazo” y las candidaturas se definan en una interna entre los socios del Frente.

El pedido no es inocente, Barletta sabe que el peso del aparato radical en la provincia podría favorecerlo en una interna contra los socialistas. Y en ese plan, tal como reveló el periodista santafesino Darío Schueri, es que viene manteniendo reuniones casi semanales con jefes comunales de su partido preparando el terreno para una interna que anticipa inevitable.

Banner envió al senador provincial Juan Zabalza, a enfriar la algarada radical. Este legislador pidió a sus socios del radicalismo que no tomen “decisiones apresuradas” y eviten consagrar el llamado a internas en la próxima convención.

La interna socialista

Así las cosas, el radicalismo confía en ganarle la interna al socialismo gobernante apoyados en los 109 mil votos que la fuerza aportó al Frente en las últimas elecciones comunales y municipales, que terminaron contabilizando en su haber las principales ciudades de la Provincia, con excepción de la socialista Rosario, y Rafaela y Venado Tuerto, gobernadas por el peronismo.

Además, alienta a los radicales observar que Binner no logra resolver la dura interna que sacude a su propio partido. El senador Rubén Giustiniani se niega a resignar la candidatura a gobernador a favor de Bonfatti y rechaza las insinuaciones de Binner para que se oriente hacia la intendencia de Rosario.

Mientrsa que el propio intendente de Rosario, Miguel Lifschitz, no parece nada dispuesto a resignar sus propias aspiraciones a disputar la gobernación. DE hecho, según comentó a LPO una fuente socialista, Lifschitz llegado el caso hasta podría fracturar el partido.

“Hay que seguir con atención a Lifschitz, es capaz de romper el partido si Binner sigue ninguneándolo y no sería descabellado que termine cerrando una alianza con el ex intendente Héctor Cavallero, un ex socialista hoy cercano al peronismo, que viene recuperando votos de manera interesante.

No es un secreto que Lifschitz tiene buena relación con Cristina Kirchner y en ese sentido un sector del gobierno, confesó a LPO, que si finalmente el intendente de Rosario se decidiera a romper con Binner, harían todo lo posible por atraerlo a su lado.