Cristina empezó a recibir en secreto a los contactos de Kirchner

Estuvo el fin de semana en la quinta presidencial y atendió a un encuestador, un empresario y un dirigente político, para tratar asuntos que hace diez días eran parte de la agenda de su esposo. La inquieta sus posibilidades de reelección, para lo que cree fundamental captar el voto de la juventud que despidió a Kirchner.
La presidenta inició este fin de semana en Olivos una ronda de consultas con quienes hace diez días sólo hablaban con su esposo. Y eligió tres exponentes de esas tertulias de Kirchner que todos añoran por estos días: un empresario, un encuestador y un dirigente político de peso, según confiaron a LPO fuentes con llegada a la Casa Rosada.

Ya con esa agenda, Cristina dejó claro que, al menos en un comienzo, no dejará a nadie a cargo de las tareas que Kirchner ejercía en soledad y eran clave para darle sostén político al Gobierno. Cualquier interlocutor de peso que se sume deberá previamente conversar con ella.

Pero lo llamativo, además, es que de esa amplia gama ex visitantes de su esposo escogió como prioritario a un encuestador, prueba de que ya trabaja para ser reelecta el año que viene, como repitieron a coro sus principales seguidores.

Según las mismas fuentes, a uno de sus visitantes le confesó sus reparos con el gobernador Daniel Scioli. “Falta gestión en la provincia de Buenos Aires”, lanzó, sin hacer hincapié en sus chances electorales, reconocidas por todos. En rigor, la Presidenta seguiría molesta por la cumbre de Scioli con intendentes, que visualizó como una demostración de poder del gobernador y una manera de imponerle su reelección en la provincia.

Tomar la agenda de su esposo y conocer sus acuerdos es, también, un modo que tomó Cristina de dejar claro que seguirá por la misma senda en lo que hace a acuerdos políticos e hipótesis electorales. Al menos por ahora.

Y la referencia a Scioli no es casual. Kirchner repudió al gobernador hasta sus últimos días, furioso porque insistía con diferenciarse de las principales acciones de Gobierno, como la pelea con la Iglesia y con el Grupo Clarín.

“No tenemos candidato a Gobernador, tenemos candidato a vice”, lo escucharon al ex presidente algunos de sus aliados puros de la provincia de Buenos Aires, esos que llegaron al poder de su mano y nunca se codearon con el PJ bonaerense.

El vice al que hacía referencia, cuentan, era el ministro de Economía Amado Boudou, uno de los funcionarios nacionales que mandó a caminar la provincia para hostigar a Scioli.

Los diálogos con La Cámpora

En su soledad de Olivos, Cristina Kirchner también delinea una estrategia para captar a la parva de jóvenes que se acercaron a la Plaza de Mayo durante el sepelio de Kirchner. “No piensen que muy voy a creer que a todos esos chicos los trajeron ustedes, ahora lo que tienen que hacer es sumarlos al proyecto”, desafió Cristina a los líderes de La Cámpora, según contó a LPO un joven de esa agrupación con llegada directa a Máximo Kirchner.

"Es más, muchos de esos pibes seguro que no nos votaron el año pasado, sino hubieramos ganado", reflexionó la Presidenta, entusiasmada con conseguir su adhesión el año próximo, cuando todo indica que buscará su reelección.

Luego del encuentro, los líderes de La Cámpora -Máximo, el "Cuervo" Larroque y Juan Cabandié- instruyeron a sus seguidores a lanzar intensas campañas para reclutar militantes, con actividades que van desde las pintadas hasta las búsquedas de afiliados por las redes sociales. Además, ya preparan un acto masivo pensado inicialmente para el 17 de noviembre, como es natural, el día del militante peronista.